TEL AVIV, Israel. Un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza mató a tres hijos del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, el miércoles, dijeron familiares y medios de comunicación oficiales de Hamás, con Haniyeh acusando a Israel de actuar en “el espíritu de venganza y asesinato.”

Los hijos de Haniyeh se encuentran entre las figuras de más alto perfil que han muerto en la guerra hasta el momento. No estaba claro de inmediato cómo sus muertes podrían afectar a las conversaciones de alto el fuego, de meses de duración, en las que participan mediadores internacionales.

Haniyeh confirmó las muertes el miércoles en una entrevista con el canal por satélite Al Yazira, diciendo que sus hijos “fueron martirizados en el camino hacia la liberación de Jerusalén y la mezquita de Al Aqsa.”

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“El enemigo criminal se mueve por el espíritu de la venganza y el asesinato y no valora ninguna norma ni ley”, dijo en la entrevista telefónica.

No hubo comentarios inmediatos del ejército israelí.

En su entrevista con Al Yazira, Haniyeh dijo que los asesinatos no presionarán a Hamás para que suavice sus posiciones.

“El enemigo cree que atacando a las familias de los dirigentes les empujará a renunciar a las demandas de nuestro pueblo”, afirmó. “Quien crea que atentar contra mis hijos empujará a Hamás a cambiar de postura está delirando”.

Haniyeh vive exiliado en Qatar, donde tiene su sede Al Yazira. El canal de televisión de Hamás Al-Aqsa emitió imágenes de Haniyeh recibiendo la noticia de las muertes mientras visitaba a palestinos heridos que han sido trasladados a un hospital de Doha. Mientras un ayudante recibía la noticia en su teléfono, Haniyeh asintió, miró al suelo y salió lentamente de la habitación.

“No hay fuerza ni poder sino por Dios”, murmuró Haniyeh. “Que Dios les facilite las cosas”.

Al-Aqsa TV dijo que Hazem, Ameer y Mohammed Haniyeh murieron con miembros de su familia en el ataque cerca del campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza. Ismail Haniyeh es originario de Shati.

Los hermanos viajaban con miembros de su familia en un vehículo que fue blanco de un avión no tripulado israelí, dijo Al-Aqsa TV, añadiendo que un total de seis personas murieron, entre ellas una hija de Hazem Haniyeh, y un hijo y una hija de Ameer.

Anteriormente, el ministro israelí del gabinete de guerra, Benny Gantz, afirmó que Hamás ha sido derrotado militarmente, aunque también dijo que Israel luchará contra él durante años.

“Desde un punto de vista militar, Hamás está derrotado. Sus combatientes están eliminados o escondidos” y sus capacidades “lisiadas”, dijo Gantz en una declaración a los medios de comunicación en Sderot.

Pero añadió: “Luchar contra Hamás llevará tiempo. Chicos que ahora están en la escuela secundaria seguirán luchando en la Franja de Gaza”.

Gantz reiteró el compromiso del gobierno israelí de entrar en Rafah, la ciudad en el extremo sur de la Franja de Gaza donde ahora se refugia más de la mitad de la población del territorio, de 2.3 millones de personas. “Dondequiera que haya objetivos terroristas, las IDF estarán allí”, afirmó.

El ataque se produjo mientras los palestinos de Gaza celebraban la festividad del Eid al-Fitr, que pone fin al mes sagrado de ayuno del Ramadán, visitando las tumbas de sus seres queridos muertos en la guerra. En el campo de refugiados de Jabaliya, cerca de la ciudad de Gaza, la gente se sentaba tranquilamente junto a las tumbas rodeadas de edificios destruidos por la ofensiva israelí en respuesta al mortífero ataque de Hamás del 7 de octubre.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado de error la gestión de la guerra de Gaza por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu y ha pedido a su gobierno que inunde de ayuda el asediado territorio, aumentando así la presión sobre Israel para que alcance un alto el fuego y agrandando la brecha entre los firmes aliados.

Biden ha apoyado abiertamente la guerra de Israel contra Hamás. Pero en las últimas semanas su paciencia ha disminuido y su administración ha adoptado una línea más dura con Israel, lo que ha puesto en peligro la alianza que ambos países mantienen desde hace décadas y ha agravado el aislamiento internacional de Israel a causa de la guerra.

El desacuerdo más grave se ha producido en torno a los planes de Israel para una ofensiva en Rafah. La semana pasada, un ataque aéreo israelí contra un convoy de ayuda humanitaria agravó las desavenencias y causó la muerte de siete trabajadores de la organización benéfica World Central Kitchen, la mayoría de ellos extranjeros. Israel afirmó que las muertes no fueron intencionadas, pero Biden se mostró indignado.