Kiev, Ucrania. Un ataque con cohete perpetrado durante la noche impactó un hospital de maternidad en el sur de Ucrania, causando la muerte de un recién nacido, informaron el miércoles las autoridades ucranianas. La primera dama ucraniana dijo que el ataque provocó un “dolor terrible” y prometió que “nunca olvidaremos ni perdonaremos”.

La madre del bebé, que tenía dos días de nacido, y un médico fueron sacados de los escombros en la localidad de Vilniansk, cercana a la ciudad de Zaporiyia.

El gobernador de la región dijo que los cohetes eran rusos. El ataque se suma al terrible daño que han sufrido los hospitales y otras instalaciones médicas, así como sus pacientes y personal, en la invasión rusa que entra a su décimo mes esta semana.

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Han estado en la línea de fuego desde el principio, incluido un ataque aéreo el 9 de marzo que destruyó un hospital de maternidad en la ciudad portuaria de Mariúpol, ahora ocupada.

“Durante la noche, los monstruos rusos lanzaron enormes cohetes contra la pequeña sala de maternidad del hospital de Vilniansk. El dolor abruma nuestros corazones: ha muerto un bebé que acababa de ver la luz del día. Los equipos de rescate están trabajando en el lugar”, dijo el gobernador de la región, Oleksandr Starukh, en un mensaje enviado en Telegram.

La primera dama Olena Zelenska tuiteó que un niño de dos días de nacido falleció en el ataque y expresó sus condolencias. “Un dolor terrible. Nunca olvidaremos ni perdonaremos”, puntualizó.

Unas fotografías que publicó muestran grandes columnas de humo que salen de los montones de escombros, que son retirados por los trabajadores de emergencia, con el cielo nocturno de fondo.

El Servicio Estatal de Emergencias había dicho en un principio que un bebé falleció y que una mujer que acababa de convertirse en madre y un médico habían sido retirados de los escombros, y que eran las únicas personas que se encontraban en la sala de maternidad en el momento del ataque. El servicio especificó en una publicación realizada en Telegram que la mujer rescatada era la madre del recién nacido.

Añadió que el edificio de dos pisos había sido destruido.

Vilniansk se encuentra en el norte controlado por Ucrania de la región de Zaporiyia, a unos 500 kilómetros (300 millas) al sureste de la capital ucraniana de Kiev. Otras partes de Zaporiyia están bajo control ruso y es una de las cuatro regiones ucranianas que Rusia se anexó ilegalmente en septiembre luego de unos referendos que fueron señalados a nivel internacional como un fraude.

Los esfuerzos de los trabajadores médicos se han visto complicados por los incesantes ataques rusos de las últimas semanas a la infraestructura de Ucrania que, según las autoridades, han causado enormes daños en la red eléctrica. La situación es aún peor en la ciudad sureña de Jersón, de la que Rusia se retiró hace casi dos semanas tras meses de ocupación, cortando las líneas de electricidad y agua.

Muchos médicos de la ciudad trabajan a oscuras, sin poder utilizar los ascensores para transportar a los pacientes a la consulta y operando con linternas frontales, teléfonos y linternas. En algunos hospitales, los equipos clave ya no funcionan.

“Los respiradores no funcionan, las máquinas de rayos X no funcionan... Sólo hay un ecógrafo portátil y lo llevamos constantemente”, dijo Volodymyr Malishchuk, jefe de cirugía de un hospital infantil de la ciudad.