Barcelona y Múnich firmaron el jueves un compromiso con medidas para ser urbes “candidatas residuo cero”, convirtiéndose en las ciudades europeas más importante en dar ese paso, informó hoy la organización no gubernamental Residuo Cero Europa.

La certificación Ciudades y Pueblos Residuo Cero es un estándar europeo de certificación evaluado por terceros, desarrollado por la organización no gubernamental Mission Zero Academy (MiZA) y con el apoyo de Zero Waste Europe (ZWE), indicaron esas organizaciones en un comunicado.

Este estándar consta de cinco pasos (expresión de interés, compromiso, implementación, certificación y mejoras anuales.

Barcelona “cuenta con un amplio abanico de medidas de prevención, reutilización y reciclaje de residuos” y “ha creado un plan estratégico dedicado a mejorar sus actuaciones en gestión y prevención de residuos, implicando ampliamente tanto a la comunidad local como a los distintos grupos de interés para facilitar la transición hacia el residuo cero”, agregaron.

Entre los objetivos que se ha fijado Barcelona para convertirse en una ciudad con residuo cero destacan una tasa de recogida selectiva del 67 % en 2027, por encima del 48 % de media europea, y reducir los residuos municipales en ese horizonte a 427 kilos por habitante, frente a los 447.

“Las grandes ciudades están endeudadas con su territorio, producimos una gran cantidad de residuos y ya es hora de que nos hagamos responsables. El compromiso de Barcelona con la estrategia “Residuo Zero” demuestra que nos importa y que actuamos: queremos ser una ciudad climáticamente neutra e inspirar a otras muchas”, declaró en la nota la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

El director ejecutivo de Residuo Cero Europa, Joan Marc Simon, destacó que su ciudad natal se comprometa para “lograr la virtuosidad de la gestión de los recursos”.

“Barcelona todavía tiene muchos retos por delante, pero ¡la apuesta por la certificación residuo cero es un paso en la buena dirección”, agregó.