El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablará mañana, miércoles, con responsables de puertos y de grandes empresas sobre los problemas en las cadenas globales de suministro, que preocupan cada vez más a la Casa Blanca.

Biden se reunirá con los líderes de los puertos de Los Ángeles y de Long Beach, ambas ciudades del estado de California. Del mismo modo, conversará con el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes, que representa a los trabajadores de ese estado para abordar la congestión registrada en esas instalaciones.

“Hacer frente a los atascos (de cargamentos) en los puertos podría ayudarnos a afrontar lo que vemos en muchas industrias del país”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.

El mandatario conversará además con los representantes de grandes empresas como Walmart, UPS y Home Depot sobre “cómo pueden ayudar a aliviar la congestión” en esos puertos, añadió Psaki.

En junio, la Casa Blanca creó un grupo de trabajo para hacer frente a los problemas en las cadenas de distribución globales y en agosto nombró a John Porcari, encargado de aliviar la congestión en los puertos.

La reunión en la Casa Blanca tendrá lugar un día después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajara las previsiones de crecimiento global de este año al 5.9%, una décima menos que hace tres meses, debido en parte a los problemas en las cadenas de distribución mundiales.

El Fondo rebajó además en un punto porcentual el crecimiento estimado para este año en Estados Unidos, que será del 6%, debido a “una moderación del consumo en el tercer trimestre del año y a las alteraciones en la cadena de suministros”.

La Casa Blanca teme que consumidores estadounidenses no tengan acceso a los productos que les gustaría adquirir en la época navideña por los atascos en las cadenas de suministro.