Los equipos que combaten los incendios forestales de Australia han podido pasar de la defensa a la ofensiva por primera vez en semanas gracias al clima más templado, dijeron bomberos.

Dale McLean, integrante del equipo cerca de la localidad de Bodalla en el estado de Nueva Gales del Sur, estaba entre los que despejaban arbustos y maleza frente a las llamas, para tratar de evitar que lleguen a la carretera principal.

“Este incendio tuvo un gran auge hace unos siete u ocho días, y con el clima cambiando ahora, más templado, el incendio se ha calmado”, comentó. “La conducta del incendio ha cambiado. Así que podemos colocarnos frente a él ahora, ponernos a la ofensiva”.

Otros trabajadores coincidieron, diciendo que las temperaturas más bajas y los vientos suaves finalmente les han dado la oportunidad de avanzar. Se pronostica que el clima permanezca favorable la próxima semana, aunque cualquier deterioro en las condiciones luego de ese periodo podría volver a avivar las llamas.

El mismo domingo se dio a conocer la muerte de otro bombero. Ello aumentó la cifra de muertos por los incendios a 27 en una crisis que ha destruido más de 2.000 viviendas y arrasado con una zona más grande que la superficie de Panamá desde septiembre. Cuatro de los fallecidos eran bomberos.