Boricuas en Dominicana “veían venir” nueva ola de contagios por coronavirus
La tasa de positividad diaria se situaba ayer en un 19.9%, y el pasado viernes rondaba un 23%.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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A raíz del peligroso repunte en casos de COVID-19 en zonas de la República Dominicana, los boricuas que residen en el hermano país enfrentan momentos de incertidumbre. A pesar de que están de acuerdo con las medidas que ha tomado el gobierno dominicano para frenar el avance de los contagios, no tienen certeza si la población cambiará su comportamiento para detener esta tercera ola de contagios.
Al día de hoy, el Ministerio de Salud Pública de Dominicana informó unos 1,397 casos positivos en las últimas 24 horas para un total de 301,078 casos registrados, de los cuales 52,234 continúan activos. La tasa de positividad diaria se situaba ayer en un 19.9%, y el pasado viernes rondaba un 23%.
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En cuanto a la ocupación hospitalaria, las camas disponibles para pacientes de COVID-19 son 2,614, de las cuales 1,320 están en uso, para un 50% de ocupación. Mientras que en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de 595 camas disponibles, hay ocupadas unas 441 para un 74% de ocupación.
Este asunto del cupo hospitalario preocupa en gran manera a Luis Noel González, un boricua de 65 años, quien es presidente de la Asociación de Boricuas en Quisqueya (ASOBorinqueña), ya que desde abril había asegurado a este diario que era muy probable encontrarse pronto en una tercera ola del virus, lo que adjudica a la reapertura económica y turística, sumado al comportamiento desmedido de parte de la población, lo que cobró fuerza y viene en alzada desde la Semana Santa.
“Esa apertura en la economía lo necesitaba el gobierno para recaudar impuestos, eso implicó abrir discotecas, parques, malecones, centros de diversión y ahí, por semanas y semanas se han aglomerado cientos y miles de personas consumiendo bebidas, bailando, fiestando sin ningún tipo de protección, sin mascarillas, sin respetar el distanciamiento. Eso se veía venir a simple vista y llevó a lo que se está produciendo ahora; un rebrote donde en los centros hospitalarios están a punto de desbordarse por falta de cama y ventiladores”, expresó González.
En cuanto al manejo de la pandemia por parte del gobierno dominicano, el líder de la ASOBorinqueña sostiene que la opinión de los puertorriqueños residentes allá es mixta, aunque en su mayoría aprueban la gestión del gobierno y adjudican el repunte a la ciudadanía. “Las opiniones están divididas, unos dicen que la gestión del gobierno ha sido muy tímida y otros la califican de buena. La opinión mía es que el nuevo gobierno, que lleva alrededor de nueve meses en el poder, ha heredado una situación difícil. Pero la pandemia fue controlada, comenzó la apertura de la economía y la apertura del turismo que desembocó entonces en lo que estamos viviendo ahora”, señaló el presidente de la asociación.
Por su parte, Fernando García, puertorriqueño que reside en Dominicana hace una década, pero que mantiene su residencia en Bayamón, opina que la pandemia ha sido manejada de forma efectiva y asegura no sentir temor por el repunte en casos.
“Ningún temor de enfrentar la pandemia acá. El cuidado médico sigue siendo similar al de Puerto Rico. Aunque la pandemia se presenta en Repύblica Dominicana justo en el medio del proceso eleccionario y cambio de partido político, ambos gobiernos han manejado la situación de manera efectiva. Los recursos públicos se pusieron al servicio de los más necesitados y eso se vio en la calle y cuando hablabas con la gente”, expresó García.
En el caso de la doctora Ana Delia Figueroa de 65 años, quien es oriunda de Corozal, pero reside en Dominicana desde el 1992, dice no sentir temor por la situación que atraviesa el país. A la vez que entiende que el gobierno dominicano ha lidiado correctamente con la emergencia y adjudicó el problema a quienes han optado por no vacunarse.
“Yo no siento temor, creo fielmente en las medidas y estrategias que ha tomado el gobierno y no contemplo regresar a Puerto Rico por la pandemia. Pienso que el nuevo gobierno ha manejado muy bien la pandemia, pero parte de la población no ha cooperado como se esperaba y esto es lo que nos ha llevado a este otro rebrote. Parte de la población pensó que cuando parte de la población estuviese vacunada, no habría COVID-19 y no se vacunaron; estando las vacunas disponibles para la población general. ¡Gran craso error!”, comentó Figueroa.
En cuanto a las nuevas medidas que implementa el gobierno dominicano desde este pasado miércoles- específicamente en el Distrito Nacional y la contigua provincia de Santo Domingo, donde se estableció un toque de queda más agresivo por un periodo de ocho días- los puertorriqueños entrevistados están de acuerdo, aunque algunos lo ven un poco a destiempo y afirman debieron ser más restrictivos previo al tercer repunte.
“Las medidas se volvieron más laxas (menos rigurosas) con la entrada del nuevo gobierno. El toque de queda anunciado por estos siete días no es más restrictivo que otros ni cubre el país entero. El Gran Santo Domingo es un dolor de cabeza, la ignorancia y desinformación han hecho su efecto igual que en otros lugares. Aun así, me parece que las restricciones son las correctas y, de hecho, mejor que nada”, expresó García.
Para la doctora Figueroa, las medidas actuales no son tan agresivas, pero asegura era “lo que se debía hacer”, velando un balance entre la salud y el ámbito económico. “Estoy muy de acuerdo con las medidas que se tomaron. Entiendo que se tomaron a tiempo, ya que hay que pensar que no todos los dominicanos tienen un trabajo formal. Aquí la gran mayoría de los dominicanos trabajan del día a día y sus ingresos lo tienen y comen si trabajan el día. Por esta razón, se buscaron medidas que no afectaran tanto a los más necesitados, pero al final hubo que tomar medidas un poco más agresivas”, opinó Figueroa.
Mientras que González mencionó lo que, a su entender, hubiese sido una forma más eficaz para atacar el repunte. “A mi juicio, todos (los boricuas de la ASOBorinqueña) están de acuerdo (con las nuevas restricciones), pero fue a destiempo. Muchas voces, y me incluyo yo, pensamos que debió ser más agresivo, por ejemplo cerrar el país por dos semanas. Luego de ese cierre total, comenzar de nuevo paulatinamente la apertura y avanzar entonces con el proceso de la vacunación”, expuso González.
Hoy (lunes) el gobierno dominicano estará definiendo el curso a seguir en términos de las medidas tomadas, las cuales vencerían este próximo miércoles, 9 de junio.
Esperanzados en la vacunación
Los boricuas entrevistados coinciden en que la clave para poder salir del repunte del virus es lograr avanzar en el proceso de vacunación, ya que muchas personas en República Dominicana no quieren inocularse. Precisamente el jueves el Ministerio de Salud de Dominicana anunció que logró un récord de vacunación en un día con 168,871 vacunados, 110,326 de la primera dosis y 58,545 de la segunda. Y, para hoy lunes, anunciaron que han podido inocular con al menos una dosis de la vacuna a unas 5,196,696 personas.
“Aquí hay gente renuente a vacunarse y el gobierno ha tenido que estar luchando con eso. Desde hoy hay una jornada de vacunación agresiva, veremos el resultado”, dijo el presidente de ASO Borinqueña, quien afirmó haber recibido sus dos dosis de la vacuna china, Sinovac. Por su parte, la doctora Figueroa también espera que la población dominicana acceda a la vacunación para poder salir de esta tercera ola del COVID-19.
“¡Que se vacune la gente! Donde quiera hay un puesto de vacunación, ya sea en los grandes centros comerciales, muchos se han hecho casa a casa, si se necesitaba. Hoy precisamente hay una invasión de gente vacunando con todas las medidas porque queremos que el país siga funcionando. Entonces, si se logra el monitoreo bien y se halla un cambio en la población porque en este momento tenemos un gran porciento de personas internadas en los hospitales y en intensivo que son personas que no se han vacunado. Inmediatamente se vacunen, podamos bajar la positividad, entonces volvemos a las tres medidas básicas que son el distanciamiento, la mascarilla y el lavado de manos”, concluyó la médico corozaleña.