Brasil, que enfrenta la peor epidemia de dengue de su historia, registró en las catorce primeras semanas del año 1,116 muertes por la enfermedad, un nuevo récord anual en poco más de tres meses, informó este lunes el Ministerio de Salud.

El número de óbitos contabilizado hasta el 7 de abril de 2024 supera los 1,094 contabilizados en todo 2023, cuando la cifra ya había sido histórica, y es en un 6 % mayor al de 2022 (1,053), que era el segundo año con más víctimas.

Las muertes causadas por la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti este año casi se triplicaron frente al mismo período del año pasado (388), sin contar los 1,807 óbitos por sospecha de dengue registrados hasta el domingo y que aún están en investigación.

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En cuanto a las infecciones, el número saltó un 403 % frente al registrado en las catorce primeras semanas de 2023, hasta el récord 2.96 millones de casos probables en lo que va de 2024.

El Ministerio de Salud prevé que Brasil terminará este año con un récord de 4.2 millones de casos, pese a que la mayoría de los estados brasileños ya superó el momento pico de la enfermedad y comienza a registrar una desaceleración en los casos.

Hasta el momento once de los 27 estados de Brasil declararon el estado de emergencia, incluyendo São Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, los más poblados del país por ese orden.

En 11 de los 27 estados la tendencia es de reducción del número de contagios y en otros 12 de estabilidad.

La actual epidemia se atribuye a los efectos del fenómeno climático de El Niño, que elevó las temperaturas y aumentó las lluvias en todo el país, factores que contribuyen para la proliferación del Aedes aegypti.

En medio de la epidemia, Brasil se convirtió en febrero en el primer país del mundo en ofrecer la vacuna contra el dengue a través del sistema público de salud, aunque el bajo número de dosis a disposición ha limitado su aplicación solo a niños y adolescentes.