Pekín. -Mezclando la política con el espíritu olímpico, el presidente George Bush pidió el domingo más libertad religiosa para China y que acabe el conflicto entre Rusia y Georgia, mientras animaba a los atletas estadounidenses a conseguir medallas de oro.

Entretanto, la Casa Blanca advirtió a Rusia que detenga sus ataques contra Georgia o pondrá en riesgo "significativo" y dañará su larga relación con Estados Unidos.

Jim Jeffrey, sub-asesor en seguridad nacional del presidente George W. Bush, dijo que Estados Unidos ha dejado en claro que "si continúa la escalada desproporcionada y peligrosa del lado ruso, esto tendrá un impacto significativo a largo plazo en las relaciones rusas estadounidenses".

Por otra parte, Bush alabó a las autoridades chinas por su reacción rápida al asesinato del padre de una atleta norteamericana que participó en las olimpiadas de 2004. La policía china reforzó la seguridad por toda la capital y el presidente Hu Jintao expresó a Bush su "compasión profunda" por la familia de la víctima.

"Su gobierno ha sido muy atento, muy comprensivo y aprecio eso mucho", respondió Bush.

Todd Bachman, el padre de la jugadora de voleibol Elisabeth "Wiz" Bachman, murió apuñalado el sábado y su mujer resultó gravemente herida mientras visitaban la antigua Torre del Tambor de Beijing. Los Bachman son suegros de un entrenador del equipo de voleibol masculino durante los Juegos.

El asaltante, identificado como Tang Yongming, de 47 años, se suicidó después, saltando desde la torre. El motivo del ataque, que también dejó herido a un guía turístico, no está claro.

Bush se reunió con Hu y otros líderes chinos a medida que evaluaba los ataques entre Rusia y la ex república soviética de Georgia, una aliada de Estados Unidos que Bush espera se una a la OTAN.

El conflicto empezó el viernes cuando el ejército de Georgia se movilizó para retomar el control del sur de Osetia, una región fronteriza con Rusia que ganó la independencia en 1992.

La administración Bush expresó preocupación por el hecho de que los ataques ocurrían en zonas de Georgia que están alejadas del área de conflicto en el sur de Osetia.