Washington.- El presidente George Bush y su homólogo colombiano Alvaro Uribe renovaron su compromiso de llevar el tratado de libre comercio frente al Congreso antes de que los legisladores abandonen Washington por las elecciones de noviembre.

"Nos interesa económicamente seguir abriendo mercado en nuestro vecindario, especialmente con una nación que está creciendo como la suya", dijo Bush a Uribe en los jardines de la Casa Blanca. "Y aún así no logramos que esto lo vote el Congreso. He pedido a los líderes demócratas del Congreso que voten y han bloqueado el voto de manera continua", añadió.

Los líderes demócratas del Congreso han anunciado que quieren retrasar la votación respecto a acuerdos comerciales con Colombia, Panamá y Corea del Sur hasta que el gobierno de Bush deje claro cual será el impacto laboral de los tratados en Estados Unidos, entre otros temas. Sin embargo, no queda mucho tiempo para votar en el calendario legislativo. El acuerdo colombiano fue negociado a finales del 2006.

Bush instó a los legisladores a reconsiderar su oposición, pero se resignó a admitir que quizás el acuerdo no se apruebe bajo su mandato. Bush describió a Uribe como un "hombre honesto" que ha respondido a las preocupaciones de Estados Unidos respecto al crimen en Colombia y ha sido efectivo a la hora de reducir los homicidios, los secuestros y los ataques terroristas.

"Lo que ocurre en Colombia puede afectar a la vida en Estados Unidos", señaló Bush. "Aquí hay un partidario vuestro. Después de salir de la Casa Blanca, será muy importante para el próximo presidente y el próximo Congreso estar de su lado".

Uribe dijo que el tratado de libre comercio ayudaría a aumentar las inversiones estadounidenses en Colombia y ofrecería puestos de trabajo como alternativa a dedicarse al terrorismo, al tráfico ilegal de drogas y a la violencia.

"Un acuerdo de libre comercio significa para nosotros la posibilidad de asegurar a los inversores que vengan a Colombia, y cuantos más inversores vengan a Colombia, será más fácil para nosotros acabar con el terrorismo", dijo Uribe, que acudió a una cena en su honor en la Casa Blanca. "Las inversiones son la alternativa real a los cultivos ilícitos. Las inversiones son la posibilidad real de que nuestra gente encuentre empleo de buena calidad".

En los últimos meses, Bush ha presionado su agenda de libre comercio de varias maneras.

La Casa Blanca organizó un acto en julio para celebrar el día que Colombia declaró su independencia de España en 1810, pero el mensaje principal de la celebración fue el comercio.

A los líderes sindicales, sin embargo, no les gusta el acuerdo.

El viernes, el sindicato de camioneros, que representa 1,4 millones de trabajadores, protestó la visita de Uribe a Washington diciendo que el líder colombiano venía a promover un acuerdo comercial que amenaza los puestos de trabajo de los estadounidenses. Los camioneros, miembros de otros sindicatos y de la organización Public Citizen’s Global Trade Watch cargaron con pancartas y ofrecieron panfletos de protesta frente al National Press Building.

No hay muchas esperanzas de que el tratado colombiano se apruebe antes de que el Congreso prorrogue sus sesiones debido a las elecciones de noviembre. El senador Richard Lugar, un republicano de Indiana, dijo que si se realiza alguna sesión después de las elecciones, los legisladores podrían ratificar el tratado entonces.

"La ratificación del acuerdo demostraría que Estados Unidos apoya a sus amigos, teniendo en cuenta las recientes declaraciones poco amistosas y las maniobras agresivas por parte de mandatarios latinoamericanos," dijo Lugar, el líder republicano del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, expulsó al embajador estadounidense de su país este mes, acusándolo de conspirar para derrocarle. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que asegura que Estados Unidos está detrás de un golpe fallido contra él en el 2002, hizo lo mismo. "Ya es suficiente, yanquis", dijo Chávez.