El gobierno canadiense afirma que está tomando medidas este verano para proteger a una especie de ballena en peligro de extinción de colisiones letales con barcos en sus aguas.

Se trata de la ballena franca del Atlántico Norte, de la cual solo quedan alrededor de 370. Las ballenas dan a luz en el sureste de Estados Unidos en invierno y primavera y migran hacia el norte a Nueva Inglaterra y Canadá para alimentarse.

En el camino, las ballenas enfrentan peligros como colisiones con barcos y enredos en equipos de pesca comercial. Los grupos ambientalistas han criticado durante mucho tiempo a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá por no hacer lo suficiente para proteger a estos animales en peligro crítico de extinción.

Canadá está aplicando medidas de protección obligatorias para la ballena este verano, dijo Transport Canada en un comunicado el 27 de junio. Todos los barcos de 42.7 pies de longitud o más deben cumplir con las restricciones de velocidad en áreas designadas del océano para evitar colisiones con ballenas, indicó la agencia.

Transport Canada también está solicitando reducciones de velocidad voluntarias en otras partes del océano. Las restricciones reflejan el compromiso de la agencia “con la protección y conservación de las ballenas francas del Atlántico Norte en peligro de extinción”, señaló la agencia.

Transport Canada ha estado tomando medidas para ayudar a proteger a esta especie icónica de las colisiones con embarcaciones en el Golfo de San Lorenzo, un área de alto tráfico donde a menudo se ven ballenas francas, afirmó el comunicado.

Las restricciones se están aplicando en un momento en que los científicos están expresando preocupación por la falta de reproducción de las ballenas francas. El Acuario de Nueva Inglaterra en Boston dijo a principios de este año que la temporada de cría de este año produjo solo 11 pares de madre y cría. Las autoridades del gobierno de Estados Unidos han dicho que las ballenas necesitan tener al menos 50 crías por temporada para comenzar a recuperar la población.

El gobierno de Estados Unidos decidió a principios de este año retirar una propuesta que habría requerido que más barcos redujeran la velocidad en las aguas de la Costa Este para proteger a la ballena. La medida se tomó en los últimos días de la administración del presidente Joe Biden y los administradores federales del océano dijeron que no había forma de implementar las reglas antes de que el presidente Donald Trump asumiera el cargo en enero.

La ballena fue una vez abundante en la Costa Este, pero fue diezmada hace mucho tiempo durante la era de la caza comercial de ballenas. Ha estado protegida por la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos durante décadas, pero ha sido lenta en recuperarse.