La ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, anunció este martes que Canadá solicitará formalmente a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue la invasión rusa de Ucrania por posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Joly, que se encuentra en Ginebra (Suiza) donde ha participado en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, anunció en declaraciones a los medios que Canadá hará efectiva hoy esta solicitud.

La petición de Canadá se produce pocas horas después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusase a Rusia de crímenes de guerra y “terrorismo de Estado” tras una serie de ataques en la ciudad Kharkiv, la segunda mayor de Ucrania.

Imágenes de televisión capturaron el momento en que un misil destruyó un edificio gubernamental en la Plaza de la Libertad, en el centro de la localidad así como el bombardeo de otras áreas de la ciudad.

En las últimas horas, Rusia ha sido acusada de utilizar bombas de racimo en zonas civiles. También han aparecido en redes sociales y medios de comunicación el movimiento hacia el frente de combate de sistemas TOS-1 equipados con munición termobárica, también conocida como bomba de combustible o bomba de vacío.

Organizaciones de derechos humanos han denunciado la munición termobárica y las bombas de racimo como armas “indiscriminadas” que destruyen los pulmones de las personas e incineran a las víctimas.

En el año 2000, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció que Rusia había utilizado este tipo de armas en su ofensiva en Chechenia.

En 2017, Estados Unidos también utilizó municiones termobáricas para acabar con la resistencia de combatientes del Estado Islámico refugiados en cuevas en Afganistán.