México.- Agentes federales capturaron a un primo del jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín "El chapo" Guzmán, durante un enfrentamiento con un grupo de sicarios en la ciudad mexicana de Culiacán, que vive un repunte de una ola de violencia, informó hoy una fuente oficial.

El enfrentamiento ocurrió en un barrio de Culiacán, capital de Sinaloa, cuando seis sicarios atacaron a agentes de la Policía Federal que realizaban un operativo, dijo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en un comunicado.

Entre los detenidos está Alfonso Gutiérrez Loera, de 25 años, quien resultó herido y dijo ser primo de Joaquín Guzmán Loera, alias "El chapo", agregó la SSP.

A los sicarios les fueron incautadas 16 armas largas, una de ellas adaptada con lanzagranadas, tres granadas, 102 cargadores y 3.543 cartuchos útiles de diversos calibres.

Apenas ayer se confirmó la muerte de Édgar Guzmán, uno de los seis hijos que se dice tiene "El chapo" Guzmán, durante un tiroteo en Culiacán, en el que fueron empleadas lanzagranadas y bazucas.

Ese crimen hace prever a los analistas que habrá una nueva escalada de violencia en el país, que en la última semana fue sacudido por el asesinato en diversas acciones de altos jefes policiales, entre ellos el de Édgar Millán, quien era uno de los principales mandos de la SSP y había dirigido varios golpes contra el cartel de Sinaloa.

"El chapo" Guzmán es uno de los capos más buscados por las Policías de México y Estados Unidos, es considerado uno de los barones de la droga más violentos del país, y por su captura la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) ha ofrecido 5 millones de dólares.

Este capo fue detenido en 1993 en Guatemala, pero el 19 de enero de 2001 se fugó del penal de Puente Grande de Guadalajara, oeste del país.

Autoridades de seguridad lo han calificado como "uno de los sujetos más inteligentes" a los que se han enfrentado, que no se expone y se esconde siempre "en lo más recóndito de la sierra", donde le protegen grupos de pobladores "que lo tienen como un héroe".

Desde hace tres años los grupos mafiosos libran una guerra sin cuartel que ha dejado desde 2006 unas 6.000 muertes, 1.180 en lo que va de este año de acuerdo con cifras extraoficiales.

El Gobierno ha lanzado a las calles de varias ciudades del país, principalmente las fronterizas con Estados Unidos, a miles de solados y agentes federales para contener al crimen organizado.

Pero la respuesta del crimen organizado ha sido violenta y dirigida contra policías y en las últimas fechas contra altos mandos policiales.