Kiev. Varios cibersitios del gobierno de Ucrania quedaron fuera de servicio el viernes tras un ciberataque masivo, dijeron las autoridades.

Aunque por el momento no estaba claro quién era el responsable de las acciones, éstas se produjeron en un ambiente de gran tensión con Rusia y luego de que las conversaciones entre Moscú y Occidente no lograran ningún avance significativo esta semana.

“Como resultado de un hackeo masivo, los cibersitios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de varias agencias gubernamentales más están temporalmente fuera de servicio. Nuestros especialistas están trabajando ya para restablecer el funcionamiento de los sistemas informáticos”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Oleg Nikolenko, en una publicación en Facebook.

En declaraciones a The Associated Press, Nikolenko afirmó que era demasiado pronto para determinar quién estaba detrás de los ataques. “Es demasiado pronto para extraer conclusiones ya que la investigación sigue abierta, pero hay un largo historial de ciberataques rusos contra Ucrania en el pasado”, afirmó.

Moscú ya había negado anteriormente su implicación en ataques de este tipo contra el país vecino.

Las webs del Consejo de Ministros, de siete ministerios, del Tesoro, del Servicio Nacional de Emergencias y de los servicios estatales donde se almacenan los pasaportes electrónicos y los certificados de vacunación no estaban disponibles el viernes a consecuencia del ciberataque.

Los cibersitios contenían un mensaje en ucraniano, ruso y polaco que decía que los datos personales de los ucranianos habían sido filtrados al dominio público. “Tengan miedo y esperen lo peor. Esto es por su pasado, presente y futuro”, decía parte del mensaje.

Según el Servicio Estatal de Comunicación y Protección de la Información, no se han producido filtraciones de datos personales.

Estados Unidos estima que Rusia acumula alrededor de 100,000 soldados cerca de la frontera con Ucrania, un despliegue que ha despertado el temor a una posible invasión. Moscú dice que no planea ningún ataque y rechaza la exigencia de Washington de retirar a sus tropas, alegando que está en su derecho de movilizarlas a donde crea que es necesario.

El Kremlin ha pedido a Occidente garantías de seguridad de que su alianza militar, la OTAN, no se expandirá hacia el este.

El mes pasado, Moscú presentó un borrador de documentos de seguridad en el que pedía que la OTAN niegue la entrada a Ucrania y a otros países que pertenecieron a la antigua Unión Soviética, y que dé marcha atrás a sus despliegues en el centro y el este de Europa. Washington y sus aliados se han negado a comprometerse, pero dicen estar listos para dialogar.

Las conversaciones de alto nivel de esta semana entre Rusia y Estados Unidos, que estuvieron seguidas de una reunión entre representantes de Moscú y de la OTAN y de otra de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, no lograron avances.