
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Suzuka Hatakeyama, una japonesa de 35 años, fue condenada hoy a cadena perpetua por el asesinato en 2006 de su hija de nueve años y de un niño de siete años de su vecindario, en la ciudad de Fujisato (norte de Japón), informó la agencia Kyodo.
La acusación había pedido pena de muerte, pero Hatakeyama se libró de la pena máxima porque el asesinato del niño, llevado a cabo un mes después que el de su hija, fue cometido sin premeditación, según el juez del distrito de la provincia de Akita, Toshiro Fujii.
Hatakeyama fue condenada por el asesinato de su hija Ayaka, a la que tiró al río desde un puente el 9 de abril de 2006, y el de Goken Yoneyama, un vecino de siete años al que estranguló en su casa un mes después de asesinar a su hija.
El juez consideró que la acusada premeditó el asesinato de su hija, basándose en su confesión inicial ante las autoridades policiales.
El fallo apuntó a que Hatakeyama sentía que su hija era una carga, así que cuando la pequeña dijo que quería mirar los peces, su madre, irritada, la empujó al río, según la agencia local de noticias.
En el caso del asesinato de Goken, las autoridades judiciales consideraron que no había premeditación y que Hatakeyama le estranguló para "distraer las sospechas del público", sobre el asesinato de su hija.