La Haya. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en inglés) confirmó este miércoles un “posible vínculo” de AstraZeneca con los casos inusuales de coagulación sanguínea reportados en algunas personas que recibieron esta vacuna contra el COVID-19, pero considera que su beneficio sigue estando por encima del riesgo de un efecto secundario.

Según las conclusiones alcanzadas hoy por el comité de seguridad (PRAC) de la EMA, los coágulos de sangre “inusuales” con bajas plaquetas “deben incluirse como efectos secundarios muy raros” de la vacuna de AstraZeneca, en base a “todas las pruebas disponibles actualmente”, incluyendo el asesoramiento de un grupo especial de expertos.

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El responsable de la estrategia de vacunas del regulador europeo, Marco Cavaleri, adelantó ayer a un diario italiano que había un vínculo “claro” entre AstraZeneca y los casos de trombos antes de que el organismo se pronunciara oficialmente.

Las idas y venidas del fármaco en la EMA han llevado a varios países europeos a retocar sus estrategias de vacunación para, alternativamente, administrar esta vacuna a diferentes grupos de edad según se iban haciendo públicos los diferentes efectos secundarios, unos cambios no siempre respaldados por la evidencia científica de la que dispone la EMA.

Según una encuesta de YouGov publicada el 22 de marzo, momento en el que varios países paralizaron el uso de AstraZeneca hasta obtener más información sobre los casos de trombos, un 52% de españoles no ve seguro este fármaco, cifra que se eleva al 55% en Alemania, 43% en Italia y 61% en Francia.

Un inicio prometedor

La vacuna de AstraZeneca contaba inicialmente con unas características muy atractivas para la puesta en marcha de la campaña de vacunación europea: era más barata que el fármaco de la rival Pfizer y su logística era también más sencilla debido a que no necesitaba temperaturas tan bajas para su conservación.

Con estos prometedores datos, la Comisión Europea confió en AstraZeneca para que fuera el principal suministrador de vacunas a los Estados miembros durante los primeros tres meses de las campañas de vacunación, con en torno a 100 millones de vacunas pactadas para su entrega entre enero y marzo de 2021.

Sin embargo, diversos problemas de producción en sus plantas europeas avanzaban un tropiezo que se hizo oficial en enero, cuando el laboratorio redujo a 30 millones de dosis sus posibilidades de entrega del primer trimestre.

Pfizer y Moderna, entre tanto, cumplieron con sus compromisos contractuales al entregar más de 67 millones y 10 millones de vacunas respectivamente, pero el flamante lanzamiento de la campaña de vacunación en la Unión Europea quedó definitivamente viciado con los recortes de la que había sido una de sus principales apuestas.

También para el segundo trimestre del año, el que pretende ser el impulso definitivo a la campaña europea para alcanzar la inmunidad de rebaño a finales del verano, AstraZeneca se quedará corta en sus promesas y entregará 70 millones de los 180 que había prometido, según la propia empresa.