Berlín, Alemania. “Si sobrevives a tu primer invierno en Berlín, te quedas para siempre”. Eso dice Jan Nicklas, un bartender del Fairytale Bar en Berlín. Sirve la cerveza helada, todo el año, aunque la temperatura esté bajo cero (menos de 30°F). Son 3.80 euros ($4.30). En otros lugares puede costar menos, mucho menos, incluso, menos que el agua embotellada que a veces se paga hasta 5 euros ($5.66). Una cerveza en un bar se consigue por 2.50 euros ($2.83).

Jan se queda conversando largo y tendido tras recibir 50 centavos de propina. Aquí, casi nadie deja. No tienen la costumbre.

Adaptarse a residir en Alemania, el séptimo país más grande de Europa, puede tomar tiempo.

La primera gran diferencia es el clima. Inviernos nublados de hasta 14°F como el de 2017. Otoños y primaveras marcadas en las que puede llover de 7 a 10 días al mes y veranos con una media de 37°F, según varios servicios de meteorología.

Otra diferencia es el transporte público. Es lo opuesto a Puerto Rico. Buses, metro (U-Bahn), tranvías (Tram) y hasta lanchas (schiff) y bicicletas son los medios de transporte que imperan en Berlín.

La ciudad está dividida en tres zonas de transporte público que varían de precio.

Un pase diario se consigue desde 6.90 euros ($7.82); y uno mensual a 79.60 euros ($90.17). Permiten moverse por la zona específica sin límite. La puntualidad del transporte es inglesa o alemana. Ellos también se conocen por respetar a rajatabla el reloj.

Las bicicletas (fahrrad) se alquilan desde 1 euro ($1.33) por 20 minutos, pero hay pases de 5, 10 y 20.

La ciudad tiene casi 400 bici-sendas. Una de ellas mide 100 millas y recorre la ciudad vieja, donde se encuentra el Muro de Berlín y otros puntos históricos, como el Checkpoint Charlie, por donde cayó -precisamente- el muro.

Se calcula que hay más de 500,000 ciclistas diarios por las calles de la capital alemana, que pasan 2.7 horas pedaleando y hacen un promedio de 5.9 viajes por semana, según el sitio Bikecitizens.net.

No faltan las BierBike -algo similar en concepto al party bus- con 10 asientos para pedalear en equipo por la ciudad. Este bar ambulante ofrece cerveza (por supuesto), refrescos, vinos, y una barra 360 grados con música, luces y techo. Cuestan desde 210 euros ($237) por dos horas más 90 euros ($101) por 20 litros (4.39 galones) de cerveza. El resto de las bebidas se pagan aparte.

Alquilar un apartamento de dos cuartos, sala, cocina y un baño en una zona como Miramar cuesta 1,500 euros al mes (unos $1,700). Un matrimonio con dos niños pequeños gasta 90 de luz ($102), 30 ($34) de agua y de 70 ($80) de calefacción mensuales. Su seguro médico, dependiendo del salario familiar, puede costar 400 euros ($451).

Una compra abundante de leche, huevos, yogur, verduras, queso, salchichas y algún postre puede valer unos 65 euros ($73).

Ir al cine en pareja cuesta unos 20 euros ($22.66); un ticket de teatro, 45 euros ($52); y una entrada a la ópera, desde 10 euros ($11.33).

A la hora del almuerzo, un festín para cuatro personas de currywurst, las salchichas típicas alemanas, hamburguesas o churrasco puede costar cerca de 50 euros (casi $57).

Y como nadie puede volverse de Berlín sin un souvenir, las opciones para elegir son un imán de nevera a 3.95 euros ($4.48); un oso de peluche -símbolo de la ciudad- por entre 5 y 9 euros ($5.66 y $10.20); una taza alegórica por entre 8.90 y 12.95 euros ($10.08 y $14.67); o una camiseta que puede subir hasta 24.95 euros ($28.27). Otra opción, aunque muchos dudan de su autenticidad, es un trocito del muro de Berlín que se vende por gramos. Hasta 25 gramos (unas 0.88 onzas) se pagan 9.95 euros ($11.27).