Moscú. El Kremlin dijo el viernes que teme que se reanuden las hostilidades a gran escala en el este de Ucrania y anunció que podría adoptar medidas para proteger a los civiles rusos en la región, una advertencia lanzada mientras acumula fuerzas militares en la frontera.

La declaración de Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, refleja la determinación del Kremlin para impedir que Ucrania recurra al uso de la fuerza a fin de recuperar el control del territorio dominado por separatistas en el este de Ucrania.

El jefe de las fuerzas armadas de Ucrania refutó las afirmaciones de Rusia de que el ejército del país está preparando un ataque contra la región rebelde.

Ucrania y las fuerzas separatistas apoyadas por Rusia han estado luchando en el este de Ucrania desde poco después de que Moscú se anexó la península de Crimea en 2014. Más de 14,000 personas han muerto en el conflicto y los esfuerzos para negociar una solución política se han estancado.

Ucrania y Occidente han acusado a Rusia de enviar soldados y armas para ayudar a los separatistas, acusaciones que Moscú ha refutado. Según la Casa Blanca, Rusia tiene ahora más efectivos en su frontera con Ucrania que en cualquier otro momento desde 2014.

Rusia también afirmó que tenía que proteger a los rusohablantes en Crimea cuando envió soldados a la península del mar Negro, la cual se anexó en marzo de 2014 tras un referendo convocado apresuradamente.

En las últimas semanas, funcionarios occidentales y ucranianos han expresado preocupación por las violaciones cada vez más frecuentes de la tregua en el centro industrial del país. También dijeron que les preocupa la acumulación de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania.

Durante una llamada con Putin el jueves, la canciller alemana Angela Merkel “pidió el retiro de esos refuerzos militares para lograr una desescalada de la situación”.

Peskov dijo que Rusia es libre de desplegar efectivos donde lo desee en su territorio. Acusó a las fuerzas militares ucranianas de “intensificar las acciones de provocación” a lo largo de la línea de control en el este que amenazan la seguridad de Rusia.

“El Kremlin teme que pueda reanudarse una guerra civil en Ucrania. Y si una guerra civil, una acción militar a gran escala, se reanuda cerca de nuestras fronteras, eso amenazaría la seguridad de la Federación Rusa”, señaló Peskov.