Los cristianos paquistaníes se preparan para las celebraciones de la Navidad en medio de estrictos controles de seguridad, para evitar posibles incidentes en este país de mayoría musulmana, que atraviesa en los últimos años un repunte de la violencia armada.

“Miles de agentes de policía, en colaboración con otras fuerzas de seguridad, han sido desplegados en y alrededor de las iglesias del país para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo”, dijo a EFE Rafi Ullah, portavoz del Ministerio del Interior.

Se han establecido estrictos dispositivos de seguridad dentro y fuera de las iglesias en la ciudad de Peshawar, en el norte de Pakistán, un bastión del terrorismo, con visitas de la policía y otras fuerzas de seguridad a los recintos para asegurar que se cumplen los protocolos justo antes del gran día.

“En Peshawar, unas 30 iglesias y zonas residenciales acogerán congregaciones navideñas, con eventos principales en las iglesias de Todos los Santos y de Santa María, así como en la catedral de San Juan”, explicó a EFE Joseph Masih, un cristiano destacado de Peshawar.

Añadió que la iglesia de Todos los Santos, de 142 años y que fue blanco de atentados suicidas en 2013 y posteriormente reconstruida por la comunidad, celebrará una congregación especial de Navidad.

En los últimos años, las autoridades paquistaníes, incluidas la Policía, el Ejército y los servicios de inteligencia, colaboran con los líderes de las iglesias para implementar protocolos de seguridad robustos.

Se han incrementado las patrullas y puntos de control, mientras que la policía y fuerzas paramilitares se despliegan alrededor de los templos. Además, se han instalado detectores de metales, cámaras de vigilancia y barreras para vehículos a fin de impedir el acceso no autorizado a las congregaciones.

“Incluso nosotros, los cristianos, somos revisados al entrar a una iglesia o congregación”, relató a EFE Marta Lal, una mujer cristiana de 77 años desde Lahore, otra ciudad del país.

La mujer explicó que el temor a cualquier incidente está presente mientras se preparan para la mayor celebración religiosa del año. Lahore también ha sido escenario de violencia contra cristianos en el pasado.

“Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento”, reconoció Lal, quien añadió que aún así “tenemos que celebrar nuestro día más importante”.

En 2016, un ataque suicida en un parque de Lahore durante el Domingo de Pascua mató a más de 70 personas, incluidos niños. La explosión fue el ataque más sangriento contra cristianos en Pakistán desde el atentado a iglesias de Peshawar en 2013, que causó más de 80 muertos.

Las estrictas medidas de seguridad se adoptan en Pakistán coincidiendo con un aumento de incidentes relacionados con el terrorismo, en un contexto de recientes enfrentamientos fronterizos con Afganistán desde octubre, los más graves desde que los talibanes tomaron Kabul en agosto de 2021.