Lima. Perú dejó de emitir más de 1.6 millones de toneladas de dióxido de carbono durante las primeras seis semanas de la cuarentena general y obligatoria decretada en el país desde el 16 de marzo, según una estimación difundida por el Ministerio del Ambiente.

Más de 626,000 toneladas de dióxido de carbono corresponden a la inactividad del transporte urbano de Lima y Callao, la ciudad portuaria aledaña a la capital, equivalente a más de 23,000 autobuses, según los cálculos elaborados por la consultora especializada Alwa.

Asimismo, la reducción del consumo de electricidad de comercios e industrias que pararon sus actividades durante la cuarentena evitó la emisión a la atmósfera de otras 554,000 toneladas de dióxido de carbono.

A ello se suman 493,000 toneladas de dióxido de carbono de la paralización del tráfico aéreo, cuyas emisiones se han reducido casi a cero al estar prohibidos los vuelos regulares a nivel nacional e internacional.

Desde que comenzó la cuarentena solo han funcionado algunos vuelos comerciales extraordinarios para repatriar a viajeros varados por el cierre de fronteras y otros de carácter humanitario para trasladar a personas en situación de emergencia entre distintas regiones de Perú.

Óptima calidad de aire

Casi desde el primer día de la medida, la reducción de las emisiones de gases hizo mejorar notablemente la calidad del aire en Lima y Callao hasta alcanzar por primera vez los niveles óptimos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A finales de marzo, se llegó a registrar en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, el más poblado de la capital, un nivel de 3 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes menores a 2.5 micras (milésima parte de un milímetro), lo que significa un diámetro menor al de un cabello humano. Esto supone 15 veces menos que los niveles registrados por esas mismas fechas el año pasado.

Oportunidad para cambiar

Con estos datos, la directora general de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente, Laura Secada, afirmó que “esta es una oportunidad para hacer las cosas de otro modo y apostar por el crecimiento económico con desarrollo sostenible”.

“Si las emisiones netas globales de gases de efecto invernadero (GEI) no llegan a cero en el año 2050, la humanidad estará en peligro”, recordó.

La funcionaria abogó por “promover la movilidad sostenible” durante el proceso de reactivación económica, con políticas a favor del teletrabajo y del “manejo sostenible de cultivos permanentes en la Amazonía que genera empleo y reduce la deforestación, una de las principales fuentes de las emisiones de GEI en el Perú”.

Por su parte, el Coordinador del Proyecto para la Implementación de las Metas Climáticas de Perú, Lorenzo Eguren, sostuvo que en toda crisis hay oportunidades y esta no es la excepción.

“Desarrollar medidas de reducción de emisiones de GEI ayudará al país a mejorar la calidad de vida, gracias a la gestión sostenible de los residuos y la modernización del transporte, así como el desarrollo de las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética”, dijo Eguren.

Ocho días más de cuarentena

Perú fue el primer país de Latinoamérica en decretar la cuarentena general y obligatoria el 16 de marzo, con toques de queda y cierre total de fronteras, lo que se mantendrá hasta por lo menos el 10 de mayo.

A pesar de haber iniciado el confinamiento con apenas 71 casos registrado, el avance del coronavirus ha causado hasta el momento más de mil muertos y más de 40,000 infectados en el país, cuyo frágil y fragmentado sistema sanitario ya ha colapsado en algunas regiones.