Miami.- Si el acercamiento a Cuba impulsado hace cinco años por el entonces presidente Barack Obama tuvo pocos defensores entre el exilio en Miami, lo contrario ocurre con la política de "mano dura" de Donald Trump, que ha dado marcha atrás en casi todo menos en facilitar la entrada de cubanos a Estados Unidos.

 Aunque en su mayoría los líderes del exilio consideran que Trump va por "el buen camino" en cuanto a Cuba, que es deshacer el "generoso" acercamiento de Obama, opinan que se necesita un tipo de presión "más efectiva" para lograr el cambio democrático en la isla.

 "Me hubiera gustado decir que aquella política de Obama rindió el fruto de haber creado una apertura democrática en Cuba, pero la realidad es que cinco años después y aún antes de que Trump tomara el poder, el régimen continuó reprimiendo a los opositores", dijo a Efe Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia.

 El acercamiento anunciado el 17 de diciembre de 2014 por el entonces mandatario estadounidense y su homólogo cubano, Raúl Castro, fue "catastrófico", dijo, por su parte, Orlando Gutiérrez, líder del Directorio Democrático Cubano.

 "Las concesiones unilaterales al régimen y no exigirle nada sustancioso envalentonaron al régimen y lo consolidaron y eso se puede ver en los hechos represivos y en su expansión por toda Latinoamérica y consolidación en Venezuela", se lamentó.

 Influenciado por congresistas de origen cubano, como el senador Marco Rubio, Trump ha arremetido contra el régimen de Cuba con más restricciones de viajeros y sanciones comerciales a aquellos que negocien con empresas vinculadas a militares cubanos.

 Gutiérrez es partidario de ir más allá, con un bloqueo naval y aéreo.

 "El problema es que la mano dura de Trump no ha sido en realidad, estratégicamente dura", opinó Sánchez, quien además considera que, al final, la mano dura termina "castigando al pueblo cubano".

Migrantes cubanos pierden con Obama y Trump

Es el caso de las nuevas oleadas de inmigrantes cubanos, a los que el sueño americano se les ha escapado en los últimos cinco años.

 En sus últimos días como presidente, Obama (2009-2017) eliminó la política de "pies mojados-pies secos", un trato migratorio preferencial adoptado hace 24 años y que Trump no ha restablecido.

 Por el contrario, estos inmigrantes están sometidos ahora al endurecimiento de las políticas migratorias, entre ellas las que dificultan el trámite para solicitar asilo político y las deportaciones masivas.

 Según fuentes oficiales, 1.802 cubanos han sido repatriados en los tres últimos años fiscales y hasta agosto pasado había más de 39.000 con órdenes de deportación por condenas penales o razones migratorias.

 Los cubanos radicados en EE.UU. también enfrentan desde esta última semana el encarecimiento de los pasajes a Cuba para visitar a sus familias con la eliminación de los vuelos comerciales, con excepción de los que van a La Habana.

 Antes de eso, Trump acabó con las rutas de cruceros desde Estados Unidos a Cuba.

 "Al fin el régimen está comenzando a pagar un precio por sus crímenes de lesa humanidad doméstico y por la ocupación y explotación de Venezuela", expresó Gutiérrez.

Expropiados buscan justicia en Estados Unidos

Otros que han aplaudido la llegada de Trump son al menos 72 cubano-estadounidenses que hasta el momento han presentado 20 demandas en cortes de Estados Unidos en busca de indemnizaciones por sus bienes expropiados después del triunfo de la revolución en 1959.

 Entre las propiedades objeto de las demandas hay puertos, aeropuertos y hoteles de cadenas europeas, principalmente españolas.

 Trump activó una norma de una ley de 1996 que ha permitido estos procesos legales y que sus antecesores, Obama, George W. Bush y Bill Clinton, nunca quisieron por las implicaciones legales y comerciales con terceros países.

Menos remesas, misma ayuda al gobierno cubano

En cuanto al límite de 1.000 dólares por persona por trimestre para enviar remesas a Cuba decidido por Trump, el grupo de análisis The Havana Consulting estima que no altera estos envíos, entre otras porque se hacen en un 45 % a través "de medios informales".

 Según un análisis de Emilio Morales, presidente de la firma con sede en Miami, el monto promedio actual remitido es de 180 a 220 dólares, y un 95 % de los cubanos que envía remesas lo hace solo una vez al mes.

 La firma calculó en 6.600 millones de dólares las remesas que recibió Cuba en efectivo en 2018 y dijo que son "el pulmón financiero que mantiene viva a la moribunda economía cubana".

Nada sirce si el régimen no quiere cambiar

De la era de Obama, se mantiene, sin embargo, el histórico restablecimiento de los lazos diplomáticos, que ambas naciones habían roto en 1961, con embajadas en La Habana y Washington, que por ahora Trump no ha querido tocar.

 Los cubanos, sin embargo, coinciden que hasta el momento ninguna de las dos políticas, totalmente opuestas, ha logrado elecciones libres, pluralidad de partidos y respeto a la oposición, ni liberación de presos políticos.

 "En los dos años de la política de Obama no cambió nada, en los tres años de Trump no ha cambiado nada (...) no hay una voluntad política en el régimen de Cuba de cambiar hacia la democracia o hacia darle más derechos a los cubanos", dice Ramón Saúl Sánchez.