Cuernavaca.- Los cadáveres decapitados de cuatro hombres fueron colgados de un puente el domingo en esta ciudad turística del centro de México que padece los enfrentamientos entre dos narcotraficantes.

Un cártel encabezado por el capo Héctor Beltrán Leyva se adjudicó la responsabilidad de los homicidios en un mensaje que estaba junto a los cuerpos, informó la procuraduría general del estado de Morelos en un comunicado.

Los cadáveres mutilados y sin cabeza fueron colgados de sus pies la madrugada del domingo desde el puente en Cuernavaca, urbe que los habitantes de la Ciudad de México suelen frecuentar para descansar los fines de semana.

Cuernavaca se ha convertido en un campo de batalla por el control del cártel de los hermanos Beltrán Leyva desde que el líder de éste, Arturo Beltrán Leyva, murió allí en diciembre en un enfrentamiento con la Armada.

Las aurtoridades dicen que el cártel se dividió en dos facciones: una encabezada por Héctor Beltrán Leyva, hermano de Arturo, y otra cuyo líder es Edgar Valdéz Villarreal, alias "la Barbie", un capo nacido en Estados Unidos.

El mensaje junto a los cadáveres advertía: "Esto les va a pasar a todos los que apoyen al traidor Edgar Valdez Villarreal".

Las autoridades dijeron que los cuatro hombres habían sido secuestrados días antes. La familia de uno de ellos reportó el hecho a la policía.

Por otro lado, en el occidente del país, agentes policiales encontraron el cadáver de un estadounidense dentro de un automóvil en la carretera entre las ciudades turísticas de Acapulco y Zihuatanejo, ubicadas a orillas del océano Pacífico.

Un informe de la policía del estado de Guerrero dijo que el hombre fue muerto a balazos y traía una identificación que indicaba era del estado de Georgia. No fue posible contactar a la embajada estadounidense para que confirmara su identidad.

La policía dijo que no tenía ningún sospechoso vinculado con el caso y no había determinado un móvil.

La violencia del narcotráfico ha estado afectando Guerrero, y también ha habido una serie de secuestros letales en las carreteras del estado.

México enfrenta una ola sin precedentes de violencia del crimen organizado desde que el presidente Felipe Calderon incrementó la lucha contra el narcotráfico cuando asumió el puesto en diciembre del 2006, enviando a miles de soldados y policías federales a bastiones de los cárteles.

Desde entonces, más de 28.000 personas han perdido la vida en hechos de violencia vinculados con el tráfico de estupefacientes.