MADRID. Los negociadores de casi 200 países aplazaron el domingo hasta el año siguiente una importante decisión sobre los mercados globales de emisiones de dióxido de carbono, poniendo fin a las maratónicas reuniones de la cumbre internacional del clima en Madrid.

Esto fue lo acordado

Tras dos semanas de negociaciones sobre la lucha contra el calentamiento global, los delegados aprobaron declaraciones pidiendo más ambición en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y en la ayuda a países pobres afectados por el cambio climático.

Sin embargo, y pese a celebrar la cumbre climática más larga en sus 25 ediciones anuales, dejaron un espinoso asunto por resolver de cara a la próxima conferencia, prevista dentro de un año en Glasgow.

Grupos ambientalistas y activistas acusaron a los países más ricos del mundo de mostrar poco compromiso para combatir con seriedad el cambio climático.

Las conversaciones se han visto acompañadas en ocasiones por indignadas protestas de indígenas y grupos ambientalistas, tanto dentro como fuera del recinto. Las manifestaciones reflejaron la creciente frustración, especialmente entre los jóvenes, por el lento avance de los esfuerzos contra el calentamiento global.

Los científicos han advertido que las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento del planeta deben bajar considerablemente y lo más pronto posible para impedir que las temperaturas se eleven más de 1.5 grados centígrados (2,7 F) para finales de siglo.

A la fecha, la temperatura del mundo está en curso de aumentar entre 3 y 4 grados centígrados, con secuelas posiblemente dramáticas para muchos países.