Río de Janeiro. La Agencia Nacional de Petróleo (ANP) de Brasil descartó este martes la posibilidad de una crisis de desabastecimiento de combustibles en el país, un día después de que la petrolera Petrobras admitiera que no tiene capacidad para atender toda la demanda de las distribuidoras prevista para noviembre.

No hay indicativos de desabastecimiento en el mercado nacional de combustibles en este momento”, afirmó la ANP (regulador) en un comunicado divulgado este martes y ante las dudas que surgieron sobre la posibilidad de que la oferta de la estatal Petrobras sea insuficiente para atender la demanda de las distribuidoras.

La agencia reguladora agregó que “seguirá vigilando la cadena de abastecimiento” y que “adoptará, en caso de que sea necesario, las medidas necesarias para mitigar desvíos y reducir los riesgos”.

Petrobras, mayor empresa de Brasil y responsable por gran parte de los combustibles consumidos en el gigante suramericano, admitió el lunes en un comunicado que las encomiendas de gasolina y diésel que recibió de las distribuidoras para noviembre superan significativamente las de meses anteriores y su propia capacidad de producción.

La estatal agregó que en los últimos años el mercado brasileño fue abastecido tanto por su producción como por los combustibles importados por las distribuidoras y que esa oferta conjunta fue suficiente para atender la demanda doméstica.

Aclaró que, para atender la demanda de noviembre, las distribuidoras al parecer elevaron sus encomiendas a Petrobras, cuyos precios están por debajo de los del mercado internacional, y redujeron las que hacen a las empresas de otros países.

Tan sólo con mucha anticipación, Petrobras conseguiría programarse para atender esa demanda atípica. En la comparación con noviembre de 2019 (antes de la pandemia), la demanda de los distribuidores por diésel aumentó en un 20 % y por gasolina en un 10 %”, explicó.

Los volúmenes demandados a Petrobras para noviembre, según la estatal, son suficientes para atender el 100 % del mercado brasileño y convertirían a la estatal en la única abastecedora.

Según la petrolera, la compañía operó en el primer semestre de 2021 con un 79 % de su capacidad de refino, un porcentaje superior al promedio de 2019 (77 %) y de 2018 (76 %). Agregó que en octubre está operando con el 90 % de su capacidad de producción.

IMPORTACIÓN

La estatal sugirió que las distribuidoras importen los volúmenes que la empresa no será capaz de atender pese a los precios mayores de los combustibles en el exterior.

Según la Asociación de las Distribuidoras de Combustibles (Brasilcom), la principal petrolera del país impuso “una serie de recortes unilaterales” en las peticiones que las empresas hicieron para comprar gasolina y diésel en noviembre.

La patronal de las distribuidoras admitió que, ante el crecimiento de la demanda por diésel en el país, las empresas elevaron sus encomiendas a Petrobras “porque el combustible en el mercado externo está más caro que el valor practicado en Brasil”.

Las reducciones promovidas por Petrobras, en algunos casos llegando a más del 50 % del volumen solicitado para compra, dejan al país en una situación de potencial desabastecimiento ante la imposibilidad de compensar esas reducciones con contratos de importación por la actual diferencia de precios”, alegaron.

Actualmente hay decenas de empresas registradas ante la ANP habilitadas para importar combustibles. Por tanto esa demanda adicional puede ser absorbida por los demás agentes del mercado”, aseguró la Petrobras en un comunicado en que insistió en que las distribuidoras reduzcan sus márgenes de ganancia y garanticen la demanda del país con combustibles importados.