Santiago de Compostela, España.- El colombiano Carlos de Urabá ha recorrido estos días el Camino de Santiago junto a sus hijos, Chaska y Ruma, para denunciar "la guerra y la cultura del terror que existe en Colombia".

Un conflicto "patrocinado por las armas que vienen de Europa y Estados Unidos" y en el que "la mayoría de los militares son campesinos que no tienen trabajo, ningún militar de la clase alta ha caído", afirmó Urabá en declaraciones a Efe.

La niña Chaska, de tres años, y el niño Ruma, de un año y medio, viajan en una carretilla, que arrastra su padre con una bicicleta, para hacer un trayecto que ha quedado recogido en un documental "para dar a conocer el Camino" en su país de origen.

Carlos de Urabá y su mujer han escrito el libro titulado "Bautizo de fuego", que narra el viaje de los dos pequeños por América del Sur y su contacto con los pueblos indígenas.

Los progenitores se decidieron a "dar voz a los niños", pues Urabá aseguró que si "hay gente que habla con Dios o con la Virgen", por qué no "dar voz a las relaciones de los niños con las personas y la naturaleza" y reivindicar su "autonomía".

A raíz del viaje surgió un documental de idéntico título, en el que se muestra la toma de contacto de estos niños con las diferentes culturas indígenas de América del Sur.

Urabá reivindicó también los derechos de los indígenas, que son "desplazados de sus tierras y se ven obligados a marcharse a la ciudad", algo que acaba con sus "culturas populares".

Volverán a Colombia dentro de 15 días para dar a conocer su experiencia en el Camino, que en esta época del año realizan miles de peregrinos para llegar hasta Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor.