Un expolicía británico fue condenado el miércoles a cadena perpetua, con una pena mínima de 12 años, tras declararse culpable de más de 100 delitos de abusos sexuales a menores, que incluían amenazas y chantajes a más de 200 niñas para que le enviaran imágenes sexuales a través de Snapchat.

Lewis Edwards, de 24 años, abordó a 210 niñas entre 10 y 16 años fingiendo ser un chico adolescente en la aplicación para celular, según la fiscalía. Las persuadió para que compartieran imágenes sexuales de sí mismas y después amenazó a muchas de sus víctimas cuando se negaron, amenazándolas para que accedieran por temor a que las dejara en evidencia.

Edwards, que entró en la Policía de Gales del Sur de 2021, era un agente en servicio cuando cometió la mayoría de los delitos. Fue detenido en febrero y desde entonces se ha declarado culpable de unos 160 delitos de abusos sexuales a menores y chantaje.

En uno de los casos, la fiscalía dijo que Edwards amenazó con detonar una bomba en la casa de una víctima y balear a sus padres si dejaba de enviarle imágenes.

La juez Tracey Lloyd-Clarke dijo que Edwards era un delincuente prolífico que suponía un alto riesgo para los menores. Describió su comportamiento de “cruel y sádico”.

“El acusado fingía ser un chico de una edad similar. Presionaba psicológicamente a sus víctimas, manipulándolas hasta que obtenía el control”, dijo Lloyd-Clarke. “Está claro que no sólo obtenía gratificación sexual, sino que también disfrutaba del poder que tenía sobre las niñas”.

“No hay duda de que ha causado un daño significativo a la reputación de la Policía de Gales del Sur y a la policía en general”, añadió la juez.

Edwards fue despedido durante una vista sobre mala conducta policial este año. Se negó a asistir a su vista de sentencia en la Corte Real de Cardiff.