Berlín. Varios países europeos decretaron nuevas medidas para combatir el contagio del coronavirus a partir del lunes, en un intento por proteger a la población de una enfermedad que amenaza con abrumar a sus sistemas de salud pública.

Alemania decretó una cuarentena parcial el lunes y Gran Bretaña y Austria harán lo propio en los próximos días, cerrando bares, restaurantes y negocios no esenciales.

Italia, Grecia y Kosovo también anunciaron nuevas medidas. En algunos lugares las restricciones han provocado protestas de personas enojadas por tener que vivir confinadas nuevamente.

Alemania comenzó el lunes una cuarentena parcial de cuatro semanas en la que restaurantes, bares, teatros, cines y otros locales de ocio cerrarán hasta final de mes, en un intento de frenar el rápido aumento de los contagios de coronavirus. Las restricciones son más suaves que las impuestas en la primera fase de la pandemia, en marzo y abril, permitiendo que escuelas, escuelas infantiles, comercios no esenciales y peluquerías permanezcan abiertas.

El número de infecciones se redujo en ese país a niveles manejables, pero queda en vigencia la prohibición de viajar y los hoteles no podrán aceptar turistas.

En Gran Bretaña, el primer ministro británico Boris Johnson se enfrentaría el lunes a la oposición de su propio partido mientras se preparaba para pedir a los legisladores que respalden los planes para un segundo confinamiento nacional para combatir la propagación exponencial del COVID-19.

Expertos opinan que las medidas en Europa debieron aplicarse hace semanas, reflejo del dilema en que se encuentran muchos países, entre la necesidad de controlar el contagio del virus y el deseo de evitar un colapso económico.

“Estamos conscientes de la frustración, del sentimiento de pérdida, del cansancio de la ciudadanía, del enojo manifiesto en estos días por parte de ciudadanos obligados a vivir con límites a sus libertades personales”, declaró el primer ministro italiano Giuseppe Conte al defender las medidas implementadas por su gobierno.

Los países de Europa llevan varias semanas gradualmente ampliando las restricciones, pero aun así el número de casos sigue aumentando. Sin embargo, surgió un rayo de esperanza en Bélgica donde un prominente virólogo declaró que “este tren ultraveloz está perdiendo velocidad”.

En total ha habido 270,000 decesos por coronavirus en Europa, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins. Expertos advierten que las cifras reales podrían ser muchos más altas debido a la falta de tests o diagnósticos equivocados.