
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Millares de aviones despegaron hoy, jueves, de aeropuertos europeos después de una semana de interrupciones sin precedente, pero una nueva nube de ceniza volcánica sobre Escandinavia obligó a cerrar nuevamente algunas terminales aéreas de Noruega y Suecia.
Las nuevas restricciones en el espacio aéreo se aplicaron en el norte de Escocia y parte del sur de Noruega, Suecia y Finlandia, precisó Kyla Evans, vocera de Eurocontrol, el organismo europeo de tráfico aéreo.
Pero casi todos los demás 28,000 vuelos programados en el continente, incluidos más de 300 sobre las rentables rutas transatlánticas, estaban en condiciones de seguir adelante.
Todos los aviones estaban atestados mientras las aerolíneas incluían el jueves a algunos de los cientos de miles pasajeros que han estado varados varios días entre los viajeros con boletos regulares.
Varias empresas aéreas descartaron una pronta solución en el desalojo de los pasajeros atorados, pues la mayoría de vuelos ya están casi llenos y no disponen de otras aeronaves.
"Con toda franqueza, no tenemos una solución", dijo David Henderson, vocero de la Asociación de Aerolíneas Europeas.
Algunos viajeros tuvieron suerte. Las autoridades contrataron un crucero de lujo —el Celebrity Eclipse— para recoger a 2,200 turistas en el puerto español de Bilbao el jueves y llevarlos de regreso a Inglaterra. Un buque de la armada británica llegó a Portsmouth procedente de Santander con 440 soldados que regresaban de Afganistán y 280 civiles.
El espacio aéreo británico estaba abierto y los principales aeropuertos, como el Heathrow de Londres, el más activo de Europa, operaban casi a pleno, aunque las aerolíneas advirtieron a los pasajeros que debían confirmar. British Airways dijo que todos sus vuelos desde el aeropuerto londinense de Gatwick y otros en la ciudad despegarían según lo previsto, como también "la enorme mayoría" de los vuelos desde Heathrow.