Marcelino Camacho, histórico líder del sindicalismo español, falleció en la madrugada del viernes. Tenía 92 años.

Camacho murió en un hospital de Madrid, donde permanecía ingresado en estado grave desde hace varios días, según informó el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en su sitio en Internet. No se hicieron públicas las causas del fallecimiento.

Camacho combatió del lado republicano durante la guerra civil y pasó más de 10 años encarcelado por sus ideas comunistas en distintas etapas del régimen de Francisco Franco (1939-1975).

Durante la dictadura, fundó en la clandestinidad el sindicato de origen comunista CCOO, convertido hoy en día en uno de los dos más importantes y con más afiliados de España.

Con la llegada de la democracia, Camacho fue secretario general del sindicato desde su legalización en 1978 hasta 1987 y fue elegido parlamentario por el Partido Comunista en las dos primeras legislaturas tras la muerte Franco.

Su papel fue clave a la hora de aceptar la reinstauración de la monarquía en la transición democrática española.

En 1985, Camacho impulsó la primera huelga general de la era democrática en contra de las reformas del entonces presidente socialista Felipe González.

CCOO definió a Camacho como el padre del sindicalismo moderno en España y un luchador incansable "por los derechos de los trabajadores y la conquista de una sociedad más justa y solidaria".

"Marcelino (Camacho) vivió en primera línea los momentos más decisivos que protagonizó la clase obrera en España durante el siglo XX", dijo el actual líder de CCOO, Ignacio Fernández-Toxo. "Es, sin ningún género de dudas, un símbolo del trabajo y del sindicalismo de la historia reciente de nuestro país".

Los restos de Camacho fueron trasladados a la sede de CCOO en Madrid, donde permanecerá abierta al público su capilla ardiente. Camacho recibirá el sábado un último homenaje de sus compañeros en la madrileña Puerta de Alcalá y posteriormente será enterrado en el cementerio civil de la ciudad.