JERUSALÉN. El sonido de los disparos se escuchaba por el teléfono mientras la adolescente se escondía en el auto y hablaba. Un tanque israelí estaba cerca del vehículo, y ella y su familia trataban de cumplir con la orden de Israel de desalojar su casa en Gaza.

Algo salió terriblemente mal. Todos los ocupantes del vehículo habían muerto, dijo la joven. Todos. Excepto ella y Hind, su prima de 5 años.

“Nos están disparando”, dijo Layan, de 15 años, a la Media Luna Roja Palestina. “El tanque está junto a mí”.

Y entonces se produjo una andanada de disparos. Ella gritó y después quedó en silencio.

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Ese fue el inicio de un desesperado intento de rescate por parte de los paramédicos de la Media Luna Roja Palestina, uno de los muchos ocurridos durante la guerra en Gaza, y que concluyó el sábado con el hallazgo de su ambulancia, ennegrecida y destruida.

Los dos paramédicos estaban muertos. La Media Luna Roja Palestina acusó a las fuerzas israelíes de atacar la ambulancia cuando se detenía junto al vehículo de la familia. La organización dijo que había coordinado el viaje con las fuerzas armadas israelíes, igual que en el pasado.

Hasta el momento, Israel no ha hecho ningún comentario.

El cuerpo de Hind, de 5 años, también fue encontrado junto con su familia. Habían pasado 12 días desde la llamada telefónica.

El mundo sólo puede ver imágenes fragmentadas de la lucha en Gaza. A pocas personas se les permite entrar en el sitiado territorio palestino; las comunicaciones han sido cortadas muchas veces, y sólo unos cuantos periodistas trabajan en el lugar.

El movimiento alrededor del pequeño enclave conlleva un riesgo de muerte ya que Israel mantiene su ofensiva por tierra y aire. Esta semana, el primer ministro israelí anunció planes para una ofensiva por tierra contra la atestada ciudad sureña de Rafah, y dijo que más de un millón de personas tendrían que desplazarse.

El Ministerio de Salud de Gaza afirma que alrededor de dos tercios de las más de 28,000 personas muertas desde el inicio de la guerra son niños y mujeres. En su recuento, el ministerio no distingue entre civiles y combatientes.

Israel afirma que ataca objetivos de Hamás y culpa a esta organización por las víctimas civiles porque los combatientes luchan desde áreas civiles.

La familia Hamada era parte de ese más de 80% de los habitantes de Gaza que han tenido que desalojar sus casas. El 29 de enero, cerca de una gasolinera en Ciudad de Gaza, en un área designada por Israel como zona de combate, la familia se encontró con un tanque.

No está claro lo que ocurrió después, pero Bashar Hamada, quien era el tío abuelo de la niña de 5 años, su esposa y tres de sus hijos, terminaron muertos.

Layan resultó herida. Logró llamar a Omar, el hermano de su padre, para decirle que todos, excepto ella y Hind, habían muerto. Le pidió que enviara una ambulancia. Él la enlazó con la oficina de la Media Luna Roja Palestina en Ramallah, que esperaba darle instrucciones para salvarse a ella misma y a cualquier otra persona que estuviera con vida.

Fue demasiado tarde.

La Media Luna Roja Palestina envió una ambulancia cuando Layan quedó en silencio. Horas después, perdió el contacto con los paramédicos Yousef Zeino y Ahmed al-Madhoun cuando llegaron al lugar.

Durante varios días, la organización compartió en redes sociales la historia de Hind, su familia y los médicos extraviados, llegando a publicar un audio de la llamada con Layan, en una súplica de ayuda.

El sábado, cuando los soldados israelíes se retiraron del área y los civiles informaron de los cuerpos a la Media Luna Roja Palestina, ésta compartió una foto de la ambulancia, aplastada y quemada.

Raed al-Nims, vocero de la Media Luna Roja Palestina, dijo que Israel ha matado a 20 miembros de su personal y herido a 30 más desde el inicio de la guerra