
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Bogotá.- Al cumplirse el primer aniversario de la muerte del comandante guerrillero Raúl Reyes, la jefatura de las FARC afirmó que la acción militar en la que se registró el deceso representó una "puñalada" a la posibilidad de buscar la paz en Colombia.
Reyes, cuyo nombre real era Luis Edgar Devia, de 59 años, murió el 1 de marzo del 2008 en un bombardeo de militares colombianos a un campamento guerrillero en una zona cercana a la frontera, pero en territorio de Ecuador, cuyo gobierno protestó rompiendo relaciones diplomáticas con el de Bogotá.
El presidente de Ecuador Rafael Correa manifestó en su programa radial sabatino en Ecuador que "todavía no tenemos información del bombardeo. Vamos a cumplir un año y no sabemos qué aviones arrojaron esas bombas, eran bombas norteamericanas, no sabemos cómo se hizo el operativo... exigimos esa información".
Recordó que otras condiciones que su gobierno pide al de Bogotá son la de colaborar en la atención a los colombianos refugiados, indemnizaciones por las víctimas del ataque y dejar de señalar supuestos vínculos entre las autoridades de Ecuador con las FARC.
Las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC) expusieron en un comunicado divulgado el viernes en su página de internet que "lo que hasta ese momento se había forjado (en acercamientos con fines conciliadores) fue destruido de un solo tajo".
Dijo que el jefe rebelde muerto, uno de los siete integrantes de la cúpula que gobierna a las FARC, "venía concertando contactos con voceros de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional en aras de impulsar y hacer realidad el acuerdo humanitario y sentar las bases para iniciar la búsqueda de la salida política al conflicto" armado de más de cuatro décadas de duración.
Las FARC proponen un "acuerdo humanitario", para canjear secuestrados en su poder por guerrilleros presos, lo cual ha sido rechazado por el presidente Alvaro Uribe, quien el sábado advirtió que su gobierno sigue buscando a los líderes guerrilleros colombianos.
"Esos bandidos del ELN y de las FARC caerán, bajo mi responsabilidad, los seguimos buscando en cualquier parte", dijo Uribe en un discurso en Urrao, Antioquia, a unos 295 kilómetros al suroeste de Bogotá.
La semana pasada Uribe aseguró que la cúpula del rebelde Ejército de Liberación Nacional, así como algunos jefes de las FARC que no identificó, están fuera de Colombia, pero no precisó en donde.
La FARC liberaron unilateralmente a varios secuestrados y perdieron a algunas de sus más valiosas figuras de intercambio, como la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses, en un operativo de rescate militar el 2 de julio. Una veintena de militares y policías siguen cautivos de los rebeldes.
Las FARC también se refirieron al "crimen que pasará a la historia universal de la infamia" como fue la muerte de Iván Ríos, otro comandante rebelde, a manos de uno de sus guardaespaldas, la cual fue anunciada por las autoridades el 7 de marzo del 2008. El máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda, también murió el año pasado aparentemente de causas naturales.
Las autoridades militares informaron la muerte de otro guerrillero en combates que sostienen desde la víspera en el páramo de Sumapaz, a unos 55 kilómetros al suroeste de Bogotá.
En esas acciones habían muerto 10 rebeles, un soldado y una guerrillera capturada herida fue mostrada el sábado a reporteros en la base militar de la región. El Ejército dijo que también capturo a ocho insurgentes, incluido Bernardo Mosquera Machado, alias "El Negro Antonio", jefe del frente Antonio Nariño de esa organización.