Gozo por el sello latinoamericano-VÍDEO Y FOTOS
La elección de un papa de este lado del mundo supone un mayor acercamiento a la realidad hispana.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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El júbilo de líderes de la Iglesia católica en Puerto Rico por la elección de un nuevo papa tiene una dosis extra de regocijo porque el elegido, Jorge Mario Bergoglio, es latinoamericano, lo que supone una cercanía con los creyentes de este lado del mundo.
El padre Pedro Ortiz manifestó una gran alegría de que el ahora papa Francisco sea del “continente de la esperanza”.
“Siempre he orado y le doy gracias al Señor que el nuevo papa sea de raíces latinoamericanas, muy cercanas a nosotros. Latinoamérica es el continente de la esperanza, el más sufrido. La experiencia de lucha de los hombres y mujeres en América Latina ha sido muy fuerte y de mucha marginalidad”, observó el sacerdote.
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A juicio de padre Pedro, la elección del argentino reúne una “respuesta de conjunto a la humanidad”.
“La Iglesia es universal, toda ella. La Iglesia no va a ser una iglesia marcada por el estilo argentino. Lo que se ha logrado es ese conjunto maravilloso de respuesta, desde la sencillez de América, desde el lugar más fuerte de lucha, desde las pasiones, desde las venas abiertas de América”, profundizó el religioso, evidentemente emocionado. “Yo estoy disfrutándome esto”.
Contrario a la selección de Benedicto XVI, que fue una reacción calmada, el sacerdote identificó una contentura especial en la feligresía.
“Cuando salí de la misa, la gente afuera estaba celebrando y tocando bocinas”, afirmó al atribuir la alegría a que, en el caso de Benedicto, venía a ocupar el espacio dejado por el carismático Juan Pablo II.
Igual de feliz está el padre Nicolás Navarro, de la parroquia San Juan Bosco, en la península de Cantera.
“La primero es que se me olvidó hasta la edad. Salté como un niño chiquito, estoy super- emocionado. No quería morir sin ver un papa de nuestras tierras y se nos dio”, expresó el cura conocido como “padre Colacho”.
“Es un premio tan grande para Latinoamérica. Tenemos solo 500 años de fe y somos más de la mitad de los católicos en el mundo. Este es un premio a la humildad y sencillez. San Francisco de Asís lo llene con su gracia”, deseó.
Precisamente, el hecho de que haya escogido Francisco como nombre fue visto con tan buenos ojos como que sea latinoamericano.
“Es un papa que viene de la pastoral de un mundo bien hermoso de trabajo en su diócesis en Buenos Aires. Un hombre papa jesuita que ha sido siempre un poder grande en la iglesia y creo que Dios ahora le da la recompensa. Realmente estoy contento y me encanta que haya escogido el nombre de Francisco”, reiteró.
Para el padre Pedro, la adopción de Francisco representa “un proyecto intelectual de pensamiento profundo con sencillez y humildad”. “Esa pastoral de amor a toda la naturaleza, al ser humano, a la caridad, y eso es fundamental”, manifestó.
El sacerdote reconoció que la Iglesia está en crisis, pero ve en Francisco “mucha esperanza”.
“Cuando se presentó, se quedó muy contemplativo, contemplativo pero con mucha seriedad. La interpreto como de mucha profundidad ante los retos de la Iglesia en el mundo; y luego sonrió con un gran signo de esperanza de que es posible dar un paso nuevo”, expuso.
Esa también fue la impresión de padre Colacho, quien señaló que le encantó “cuando se inclinó y dijo: ‘Recen sobre mí para que Dios me ayude’”.
El arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González Nieves, expresó en declaraciones escritas que, además de darle gracias a Dios, daban las gracias a los cardenales electores por todo el proceso que culminó ayer.
“Luego de tan importante tarea de seleccionar al sucesor de San Pedro, viene una nueva etapa, la de evangelizar con más intensidad y entusiasmo al ser humano de nuestros tiempos. Para ello es necesario la audacia que el Espíritu Santo concede a aquellos que le encomienda guiar la barca de la Iglesia”, indicó.
Reconoció, además, la fragilidad de la barca.
“Se sube a una barca frágil, barca sacudida a veces por las fallas humanas, barca que navega en nuestros tiempos sobre las agitadas olas, pero es la barca que nos acoge, nos protege y salva del hundimiento y la muerte eterna, barca que es necesaria para la pesca continua de hombres y mujeres que se abran al amor de Cristo para hacer de este mundo un anticipo del reino celestial”, señaló en una clara referencia a la crisis de los últimos tiempos.
González Nieves aprovechó también para incluir, otra vez, el sentir de la Iglesia sobre el concepto de matrimonio y familia.
“La Iglesia de nuestros tiempos necesita de la sabiduría del nuevo papa, de su voz dulce, suave, amorosa y profética; necesita de capacidad de guía, de su corazón de pastor, de ser un gran comunicador de la verdad sobre la vida, la dignidad y legítimos derechos del ser humano, la familia natural y el matrimonio natural”, declaró.
“Invito al pueblo católico en Puerto Rico a amar al santo padre Francisco, a orar por él, a desearle un ministerio fructífero, y sobre todo, a profesarle adhesión y los más altos sentimientos de estima y afecto. Que el papa Francisco sea eficaz en hacer presente el rostro de Dios en el mundo actual para que este mundo sea un mejor lugar para vivir la fe que nos salva y la esperanza que nos sostiene”.
El obispo de Ponce, monseñor Félix Lázaro, describió al nuevo papa como un hombre con una gran formación, “culto y piadoso”.
“Es un gran acontecimiento que hace historia para Latinoamérica y los jesuitas. Es un paso bien grande y una esperanza para la Iglesia”, indicó.
El padre Rubén González, obispo de Caguas, considera la elección de Francisco como una bendición.
“Él es audaz, sencillo, acogedor y es hombre de comunión. Estará en el nuevo camino de la Iglesia y su selección como latinoamericano vendrá para aportar a la evangelización del viejo continente. Le dará frescura a la Iglesia”, auguró.
Acerca de la posibilidad de que comiencen a aflorar detalles turbios del pasado del sumo pontífice de 76 años, como en efecto ha ocurrido, el padre Pedro reiteró que ahora es el momento de darle gracias a Dios.
“Iniciamos una nueva etapa con una mirada al futuro alentadora de una iglesia que, aunque es universal, de pensamiento universal y una gestión pastoral universal, va a tener el sello latinoamericano”, recalcó.
Darisabel Texidor Guadalupe colaboró con esta historia.