El líder opositor Juan Guaidó y varias decenas de diputados lograron el martes ingresar al palacio legislativo y recuperaron el control parcial de la Asamblea Nacional luego de que se instalara una directiva paralela integrada por desertores del bloque opositor.

Tras forcejear con efectivos de la Guardia Nacional que custodiaban el lugar, el opositor logró pasar la reja que rodea al recinto. Hubo empujones en las escaleras antes de que pudieran llegar hasta el hemiciclo.

“Esta es la casa del pueblo, no un cuartel”, gritaban los diputados mientras se abrían paso frente a agentes de la Guardia Nacional que bloqueaban las puertas.

Un puñado de seguidores del líder opositor se presentó a las afueras y gritando “Guaidó presidente” celebraron su retorno.

Una vez en el interior y tras cantar el himno nacional, Guaidó tomó el control de la Asamblea y sostuvo que “la violencia no va a vencer... Venezuela está primero que todo. Dios bendiga a estos diputados valientes que no se dejan chantajear” y dio comienzo a la sesión. Poco después fue cortado el suministro eléctrico en el hemiciclo, constató The Associated Press.

La sesión encabezada por Guaidó, empero, continuó en medio de la penumbra apenas con la luz de las linternas de los teléfonos móviles.

“Es momento de levantarse... todos a vencer a la dictadura”, dijo el dirigente durante un acto en el este de la capital al llamar a todos los sectores a alzarse contra el gobierno de Nicolás Maduro, y anunció que en los próximos días se llamaran a concentraciones y protestas en diferentes puntos del país.

Al condenar la presencia de más de un centenar de guardias nacionales y policías con equipos antimotines en las áreas externas e internas del Congreso y las limitaciones de ingreso que se impusieron a los congresistas opositores, Guaidó indicó que “no es la fuerza armada que decide quien entra o no al parlamento nacional, son los venezolanos”.

El líder opositor exigió al ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, que explique la razón de la “militarización” de la Asamblea Nacional.

“Hoy tomamos el control del parlamento”, afirmó Guaidó, que consideró su ingreso al palacio legislativo como una “victoria” del país.

En horas de la noche en un acto de gobierno, Maduro afirmó que las disputas internas de la oposición “han destruido la Asamblea Nacional” y prometió rescatar este año con votos.

“Ahora todos los días un show, todos los días un enfrentamiento, una pelea entre ellos”, dijo el gobernante socialista, sin mencionar el respaldo decisivo que la bancada oficialista brindó al grupo de diputados opositores disidentes para instalarse en la directiva del Legislativo. Varios de los disidentes fueron expulsados de sus partidos en diciembre acusados de corrupción y son señalados de presuntamente haber sido comprado por el gobierno para debilitar a los adversarios de Maduro.

“El pueblo y las elecciones (legislativas) este año rescatará la Asamblea Nacional. Tendremos una nueva Asamblea Nacional este año con los votos del pueblo”, agregó.

Guaidó llegó al palacio legislativo, ubicada en el centro de la capital, en una camioneta mientras que los demás legisladores se trasladaron en cuatro autobuses.

El dirigente, que fue reelecto el domingo por la mayoría opositora como presidente de la Asamblea Nacional en un improvisado acto que se realizó en un diario del este de Caracas, había convocado a una sesión para debatir los incidentes del fin de semana.

Por su parte, el presidente de la directiva paralela de la Asamblea, Luis Parra, también dirigió el martes a una sesión en el Legislativo para debatir sobre la escasez de combustible, los salarios y las liberaciones de presos, propuesta que coincidió con la excarcelación que realizaron la noche del lunes las autoridades de cinco detenidos que la oposición identifica como “presos políticos”.

En Twitter y sin mencionar la cifra de diputados presentes, Parra afirmó que la sesión ordinaria que encabezó -antes del ingreso de Guaidó al recinto- contó con “el quorum reglamentario”.

La sesión encabezada por Parra no habría contado con la presencia de ningún diputado aliado a Guaidó ni alcanzó el quorum reglamentario, denunciaron los adversarios de Maduro.

Poco después que los opositores ingresaron a los patios del palacio legislativo, Parra salió del hemiciclo donde estaba sesionando y debió salir corriendo hacia su oficina cuando algunas personas intentaron abordarlo y le gritaron insultos.

“No hay quorum reglamentario, no tienen la mayoría. Afuera hay paramilitares afectos al gobierno, armados, prohibiendo el paso a diputados, agrediendo a la prensa”, indicó Guaidó a la prensa.

Agregó que “no son paramilitares armados y no es la Guardia Nacional la que decide quién es diputado y quien no. Es el pueblo el que decidió y eso es lo que estamos haciendo valer”.

El diputado opositor Juan Pablo Guanipa, aliado de Guaidó, declaró que era imposible tener quorum con 17 diputados disidentes entre principales y suplentes, más 53 diputados oficialistas, que no llegaban a la mitad más uno necesaria para iniciar la sesión.

Parra, quien fue expulsado del partido opositor Primero Justicia tras ser implicado en un caso de corrupción, fue juramentado el domingo como jefe del Congreso en una confusa sesión en la que participó un grupo de diputados oficialistas y 17 congresistas que desertaron del bloque opositor.

El político defendió la víspera su nombramiento asegurando que en la sesión en la que fue elegido había un quorum reglamentario de 150 diputados y que 81 congresistas votaron por él. Pero Guaidó negó esa información y sostuvo que la directiva paralela fue electa por 28 diputados oficialistas y 17 disidentes de la oposición.

Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, recibió el lunes el apoyo del vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien en una conversación telefónica le ratificó el respaldo de Washington.

Al dirigirse al Secretario de Estado, Mike Pompeo, que la víspera ratificó el apoyo a Guaidó, el canciller venezolano Jorge Arreaza afirmó que su estrategia contra Venezuela “fracasó” y le pidió que “vuelva a la senda de la diplomacia civilizada”.

“No demostraron habilidades como titiriteros y se quedaron sin el títere principal”, dijo Arreaza en su cuenta de Twitter.