La guerra en Ucrania ha creado “una catástrofe sobre otra” y tendrá un impacto global “más allá de todo lo que hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial” debido a que los agricultores del país que era el granero del mundo están en la primera línea del combate contra Rusia y los precios de los alimentos, que ya eran elevados, se están disparando, advirtió David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Beasley comentó el martes al Consejo de Seguridad de la ONU que su agencia, que alimentaba a 125 millones de personas antes de la invasión rusa a Ucrania el 24 de febrero, ya ha empezado a reducir las raciones para millones de familias en distintas partes del mundo debido al aumento en los costos de los alimentos, la gasolina y el transporte. En Yemen, señaló, 8 millones de personas acaban de ver recortada su asignación de alimentos al 50% “y ahora existe la posibilidad de llegar a cero raciones”.

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La guerra en Ucrania está diezmando al país, “convirtiendo al granero del mundo en una miseria” para millones de sus habitantes, señaló Beasley. Pero también está devastando a países como Egipto, que depende en un 85% del grano ucraniano, y Líbano, que en 2020 dependió en un 81%.

Ucrania y Rusia producen el 30% del suministro global de trigo, 20% del suministro mundial de maíz y el 75-80% del aceite de semilla de girasol.