Se dice que Cristóbal Colón pudo haber sido la primera víctima del Triángulo de las Bermudas, un área de aproximadamente 1,1 millones de kilómetros cuadrados en el océano Atlántico, delimitada por las islas Bermudas, Puerto Rico y la ciudad estadounidense de Miami, en el estado de Florida.

Se cuenta que una horrible tormenta, prácticamente, destruyó una flota de 32 carabelas al mando del experimentado almirante cuando esta zarpaba cargada de tesoros de la isla caribeña de La Española, el primer territorio español en el Nuevo Mundo.

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De hecho, solo cinco de ellas se salvaron, el resto de las embarcaciones desaparecieron sin dejar rastro alguno.

Historias como esta abundan y se sabe que a lo largo de los años una cantidad importante de barcos y aviones ha desaparecido en la zona, lo que ha sido motivo suficiente para formar conjeturas con la finalidad de justificar la cantidad de siniestros acaecidos.

Son especulaciones absurdas ideadas por fanáticos convencidos en la pervivencia de fenómenos más allá del universo visible observable, tales como los portales dimensionales, agujeros negros o monstruos marinos gigantes.

Se cuenta que una horrible tormenta, prácticamente, destruyó una flota de 32 carabelas al mando del experimentado almirante cuando esta zarpaba cargada de tesoros de la isla caribeña de La Española, el primer territorio español en el Nuevo Mundo.
Se cuenta que una horrible tormenta, prácticamente, destruyó una flota de 32 carabelas al mando del experimentado almirante cuando esta zarpaba cargada de tesoros de la isla caribeña de La Española, el primer territorio español en el Nuevo Mundo. (LUCA ZENNARO)

Estos supuestos han sido refutados plena e inequívocamente por la Armada y la guardia costera de los Estados Unidos, entidades que aseveran que no existen causas sobrenaturales que expliquen los accidentes.

Es más, todos ellos concuerdan que las fuerzas combinadas de la naturaleza y la falibilidad humana superan incluso la ciencia ficción más absurda ideada por el hombre.

El célebre oceanógrafo francés Jacques Cousteau dilucidó: “El tan comentado Triángulo de las Bermudas no es tal punto de desapariciones misteriosas, sino un simple montaje publicitario que radica en el interés de ciertas empresas editoriales por vender libros”. Misterio resuelto.