La subsidiaria francesa de Ikea y varios de sus antiguos ejecutivos se presentaron el lunes a juicio por acusaciones de que espiaron ilegalmente a empleados y clientes.

Sindicatos comerciales reportaron a la compañía de muebles y bienes para el hogar a las autoridades francesas en 2012, acusándola de recopilar datos personales por medios fraudulentos y de divulgar ilegalmente dicha información.

Los sindicados afirmaron específicamente que Ikea Francia pagó para obtener acceso a archivos policiales que tenían información sobre individuos que querían investigar. Ikea Francia niega haber espiado a alguien, pero la empresa de origen sueco despidió a cuatro ejecutivos en Francia después de que los fiscales abrieron una pesquisa en 2012.

Una acusación afirma que Ikea Francia usó datos no autorizados para tratar de capturar a un empleado que pidió el seguro por desempleo pero conducía un Porsche. Otro dijo que la subsidiaria investigó el registro criminal de un empleado para determinar cómo este podía tener un BMW con bajos ingresos.

Presuntamente también se obtuvo información de forma inapropiada de clientes con los cuales la compañía estaba en disputa.

Ikea Francia dijo el lunes que ha cooperado con las autoridades judiciales francesas y que dichas actividades “socavan seriamente los valores y estándares éticos de la compañía”.

“Ikea Francia toma muy en serio la protección de los datos de sus empleados y clientes”, dijo la empresa en un comunicado. Agregó que ha adoptado procedimientos de cumplimiento y capacitación para evitar actividad ilegal después de que se abriera la investigación en 2012.

El exdirector del departamento de gestión de riesgos de Ikea Francia, Jean-François Paris, reconoció ante los jueces que entre 530,000 y 630,000 euros (633,000 a 753,000 dólares) al año estaban destinados para dichas investigaciones. Paris, quien está entre los acusados, dijo que su departamento estaba a cargo de administrarlo.

También están en juicio los exdirectores generales de Ikea Francia, Jean-Louis Baillot y Stefan Vanoverbeke; el exdirector financiero Dariusz Rychert, gerentes de tienda y policías.