Jerusalén. Israel anunció el viernes que intensificará su guerra de 22 meses contra Hamás tomando el control de la Ciudad de Gaza, lo que avivó los temores por los civiles palestinos y los rehenes israelíes que aún se encuentran en el enclave, y renovó la presión internacional para poner fin al conflicto.

La campaña aérea y terrestre de Israel ha provocado la muerte de decenas de miles de personas en Gaza, ha desplazado a la mayor parte de su población, ha arrasado vastas zonas y ha empujado al territorio a la hambruna. Aún no se conoce cuándo se llevará a cabo otra gran operación terrestre, ya que probablemente dependerá de la movilización de miles de soldados y de la evacuación forzosa de civiles, lo que casi con toda seguridad exacerbará la catástrofe humanitaria.

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Un funcionario familiarizado con los planes para tomar el control de la Ciudad de Gaza dijo que la operación sería “gradual” y que no hay una fecha de inicio. El funcionario declaró bajo condición de anonimato para hablar de asuntos delicados.

Por su parte, mediadores de Egipto y Qatar trabajaban en un nuevo marco que incluirá la liberación de todos los rehenes —vivos y muertos— de una sola vez a cambio del final de la guerra en el territorio y la retirada de las fuerzas israelíes, dijeron dos funcionarios árabes a The Associated Press.

Antes de que el Gabinete de Seguridad de Israel aprobara el plan para tomar el control de la Ciudad de Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu había esbozado planes más radicales: durante una entrevista con Fox News, afirmó que el país planeaba hacerse con el control de toda la Franja. Israel ya controla alrededor de tres cuartas partes del devastado enclave.

Hamás rechazó los planes de Israel. “La expansión de la agresión contra nuestro pueblo palestino no será un paseo”, señaló la milicia en un comunicado.

Netanyahu insinúa planes para una guerra aún más amplia

Las potencias internacionales, incluidos Israel, Francia, Reino Unido y Canadá, que son aliados de Israel, han intensificado sus críticas a la guerra en medio de la creciente conmoción por los reportes de hambruna.

Alemania dijo el viernes que no autorizaría la exportación de equipo militar que pudiera ser utilizado en Gaza hasta nuevo aviso.

Las tensiones podrían aumentar aún más si Netanyahu lleva a cabo sus planes más radicales de quedarse con el control de todo el territorio, dos décadas después de la retirada unilateral de Israel.

Cuando se le preguntó en la entrevista con Fox News —anterior a la reunión del Gabinete de Seguridad— si Israel “tomaría el control de toda Gaza”, Netanyahu afirmó que “Tenemos la intención de hacerlo, para garantizar nuestra seguridad, eliminar a Hamás de allí”. Añadió que “No queremos quedárnosla. Queremos tener un perímetro de seguridad”.

El plan israelí, que se anunció después de la reunión del Gabinete de Seguridad el jueves por la noche, no llegó a lo que había sugerido Netanyahu, y podría estar pensado, en parte, para presionar a Hamás para que acepte un alto el fuego en los términos de Israel.

También podría reflejar las reservas del máximo responsable militar israelí, el teniente general Eyal Zamir, quien presuntamente advirtió que ampliar las operaciones pondría en peligro a los aproximadamente 20 rehenes vivos que quedan en manos de Hamás y supondría una carga adicional para el ejército después de casi dos años de guerras regionales.

El ejército “se preparará para tomar el control de la Ciudad de Gaza mientras proporciona ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate”, dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado después de la reunión.

Amir Avivi, un general de brigada retirado y presidente del Foro de Defensa y Seguridad de Israel, estimó que tomaría menos de tres meses movilizar a unos 30,000 soldados, evacuar a los civiles palestinos y tomar el control de la Ciudad de Gaza.

Insurgentes liderados por Hamás secuestraron a 251 personas y mataron unas 1,200 más en el ataque del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, que desencadenó la guerra. La mayoría de los rehenes han sido liberados en acuerdos de alto el fuego o de otro tipo, pero unos 50 siguen en el enclave y se cree que alrededor de 20 de ellos están vivos.

La ofensiva militar israelí ha provocado la muerte de más de 61,000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre combatientes y civiles. El organismo es parte del gobierno dirigido por Hamás y está compuesto por profesionales médicos.

Naciones Unidas y expertos independientes consideran las cifras del ministerio como la estimación más fiable de las bajas. Israel ha rechazado esas cifras, pero no ofrece las suyas propias.

Mediadores vuelven a intentar poner fin a la guerra

Los nuevos esfuerzos para alcanzar un alto al fuego cuentan con el respaldo de las principales monarquías del golfo Pérsico, según dos funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato debido a la seriedad de las conversaciones. Uno de ellos participa directamente en las deliberaciones y el otro fue informado sobre los esfuerzos. A las monarquías les preocupa una mayor desestabilización regional si Israel procede a la reocupación total de Gaza, afirmaron.

Funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierten que un ataque contra Rafah sería catastrófico, con más de 600,000 menores en el terreno.

El marco de acuerdo, aún por finalizar, tiene como objetivo abordar la controvertida cuestión de qué hacer con las armas de Hamás: Israel busca un desarme total y la milicia se niega. El funcionario con una participación directa en la iniciativa dijo que hay discusiones sobre la “congelación de las armas”, lo que podría implicar que los combatientes conserven sus armas, pero no las usen. También pide que el grupo renuncie al poder en el enclave.

Un comité palestino-árabe administraría Gaza y supervisaría las labores de reconstrucción hasta que se establezca una administración palestina con una nueva fuerza policial, entrenada por dos aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, que se haga cargo de la Franja, agregó la fuente. No está claro qué papel desempeñaría la Autoridad Palestina, que tiene el respaldo de Occidente.

El segundo funcionario dijo que el gobierno estadounidense ha sido informado sobre las líneas generales del marco.

Un alto funcionario de Hamás, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa, afirmó que los líderes del grupo estaban al tanto de los esfuerzos de los mediadores árabes para revivir las conversaciones de alto el fuego, pero aún no ha recibido detalles.

La AP se puso en contacto con los gobiernos de Qatar, Egipto e Israel, así como con la Casa Blanca, para obtener comentarios.

Deseos de poner fin a la guerra

Durante una visita reciente, el enviado de Estados Unidos, Steve Witkoff, dijo a las familias de los rehenes que Israel estaba cambiando su enfoque para lograr un acuerdo integral de “todo o nada” que ponga fin a la guerra y garantice la liberación de los cautivos, explicó a la AP uno de los asistentes a la reunión, hablando bajo condición de anonimato porque no podía comentar el encuentro privado.

Los israelíes se unieron en torno a la guerra tras el ataque del 7 de octubre, pero el desacuerdo ha crecido constantemente a medida que los rehenes languidecen en cautiverio. Algunas familias de los cautivos y sus simpatizantes han organizado grandes protestas en las que piden un alto el fuego con Hamás que traiga a sus seres queridos a casa.

“Todo Israel quiere un acuerdo integral y el fin de la guerra”, dijo el viernes en un comunicado Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker. “Para que el Estado de Israel garantice la seguridad de sus ciudadanos, debemos poner fin a esta injusticia que se ha hecho a nuestros seres queridos durante 22 meses”.

“No queda nada por ocupar”

Israel ha bombardeado repetidamente la Ciudad de Gaza y ha llevado a cabo numerosas incursiones en el sitio, solo para regresar a diferentes vecindarios una y otra vez mientras los insurgentes se reagrupaban. Hoy es una de las pocas zonas del sitiado enclave que no se ha convertido en una zona de seguridad israelí o está bajo órdenes de evacuación.

Umm Youssef, de la Ciudad de Gaza, dijo que había dejado la ciudad durante más de 16 meses antes de regresar a su hogar.

“El área es todo escombros. Escombros es una exageración, es un montón de arena. No queda nada que ocupar. No hay vida aquí”, dijo.

Una gran operación terrestre en la urbe podría desplazar a decenas de miles de personas y obstaculizar aún más los esfuerzos para repartir alimentos al territorio azotado por el hambre.

No se sabe cuántas personas residen en la ciudad, que era la más grande de la Franja antes de la guerra. Cientos de miles de personas huyeron siguiendo las órdenes de evacuación en las primeras semanas del conflicto, pero muchas regresaron durante un alto el fuego a principios de este año.