
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Tokio.- Japón inicia hoy, lunes, el proceso de elección de un nuevo primer ministro, que según todos los indicios convocará comicios anticipados para tratar de mantener en el poder al PLD, fuerza hegemónica durante medio siglo en la política nipona.
Salvo sorpresa mayúscula, Taro Aso, ex ministro de Exteriores de 66 años, será elegido esta semana tercer jefe de Gobierno de Japón en apenas dos años gracias a los votos del gubernamental Partido Liberal Demócrata (PLD) y sin pasar por las urnas.
El proceso comienza este lunes con una votación interna del PLD para elegir a su nuevo presidente en sustitución del impopular Yasuo Fukuda, de 72 años, quien el día 1 anunció su dimisión como primer ministro ante el bloqueo opositor en el Senado a sus iniciativas.
Los cinco candidatos al puesto dedicaron hoy sus últimos esfuerzos a captar votos, aunque la elección parece decidida pues más del 50 por ciento del partido apoya a Aso, un carismático parlamentario aficionado al manga (cómic japonés) con verbo directo que defiende posturas nacionalistas sobre política exterior.
Serán 528 parlamentarios del PLD, de nuevo, los que designen mañana al primer ministro de Japón, pues el presidente de esa fuerza política será sin duda ratificado al frente del Gobierno en la votación que celebrará la Dieta (Parlamento) el miércoles 24.
El PLD y su aliado Nuevo Komeito tienen una mayoría de dos tercios en la Cámara de Representantes. La Constitución japonesa estipula que en estos casos prevalece la votación de la Cámara Baja frente al Senado, controlado desde hace un año por la oposición.
Será la tercera vez desde septiembre de 2006 que la población japonesa asiste a la elección de un primer ministro sin pasar por las urnas, aunque se espera que el elegido adelante los comicios previstos para septiembre de 2009 a finales de octubre o comienzos de noviembre de este año.
Yasuo Fukuda y su antecesor Shinzo Abe apenas duraron un año en el cargo, en un contexto de creciente impulso de la oposición que podría acabar dando un vuelco político histórico en Japón, aunque nadie se atreve a hacer apuestas.
Salvo un paréntesis inferior a un año entre 1993 y 1994, el PLD ha gobernado Japón ininterrumpidamente desde 1955 pero ahora está más cerca de perder el poder por la pujanza del opositor Partido Democrático (PD), que hoy reeligió a Ichiro Ozawa como presidente.
A sus 66 años, Ozawa, que fue miembro del PLD y de otros dos partidos además del actual que preside, tiene una oportunidad real de convertirse en primer ministro debido al desánimo popular ante el Gobierno y los problemas económicos.
Pero los analistas nipones coinciden en que lo único cierto es que el resultado es incierto: la oposición puede ganar las elecciones, pero también puede hacerlo un PLD renacido, con un Aso mucho más popular que el gris Fukuda, aunque previsiblemente con una mayoría menor en la Cámara Baja.
Aso ha dejado caer que, nada más ser elegido este miércoles, nombrará ministros a sus cuatro rivales por la presidencia del PLD, el ministro de Economía Kaoru Yosano; Nobuteru Ishihara, hijo del alcalde de Tokio; el ex titular de Defensa Shigeru Ishiba y Yuriko Koike, la primera mujer que aspira a gobernar Japón.
La campaña interna del PLD ha sido este año la más concurrida de la historia, con cinco candidatos, pero hay coincidencia entre los medios de que se ha tratado más bien de una estrategia para impulsar el apoyo de ese partido de cara a las elecciones.
Se espera que el nuevo primer ministro disuelva la Cámara Baja la primera semana de octubre y que las elecciones generales se celebren el 26 de ese mes o el 9 de noviembre, pues el primer domingo de noviembre coincide con una semana de "puente" y ello podría rebajar la concurrencia a las urnas.