El dolor, no poder moverse por sí misma, y una extraña enfermedad no le impidieron a Rahma Haruna soñar: quería algún día poder tener un kiosko y trabajar en él. 

Le agradecía a Dios todo lo que tenía, aunque a vista de algunos podría ser poco: un cuerpo sin piernas ni brazos, un hermano menor que la acarreaba en un lavatorio de plástico para pedir limosna, un humilde hogar donde esperaba su madre, y un papá que vendía todo lo que podía para costear sus remedios y calmar el dolor que la acompañó en los 19 años de su vida.

Esta joven, que conmovió al mundo con su vida de esfuerzo y optimismo, falleció el pasado 25 de diciembre, tal como lo informó el mismo fotógrafo que la hizo conocida en redes sociales, Sani Maikatanga, y que ayudó a que en el último tiempo la familia de Rahma recibiera mucha ayuda. 

“La joven Rahma Haruna de 19 años falleció el domingo 25 de diciembre de 2016. Que el Todopoderoso el conceda el jardín del Paraíso”, escribió Maikatanga.

La enfermedad de Rahma comenzó cuando aún era una lactante, tal como lo recordó su mamá en una entrevista dada a medios este año. Todo comenzó a los seis meses, cuando aprendió a sentarse. Nunca aprendió a gatear (…) Empezó con fiebre. Luego dolores estomacales. Después, con dolor en partes de su cuerpo, como las manos y las piernas. No puede usar ninguna (extremidad) sin que empiece el dolor”, explicó.

Quizás Rahma no alcanzó a tener su kiosko, pero sin duda tocó la vida de varios con su historia y con la sonrisa con la que aún enfrentaba al mundo, pese a sus dificultades.