Joya valorada en medio millón de dólares reavivaría tensiones en la realeza británica ¿quién podría heredarla?
La tiara Spencer fue utilizada por Diana, la princesa de Gales, durante su boda con el ahora rey Carlos.

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Una decisión relacionada con una joya familiar podría reactivar diferencias entre los Windsor, la familia real británica. La tiara Spencer, valorada en cerca de $543,000, estaría destinada a la princesa Charlotte, hija del príncipe William y de Kate Middleton. Esto dejaría fuera a Lilibet, hija del príncipe Harry y Meghan Markle, según informó esta semana el diario británico Daily Express.
La joya, conocida por haber sido utilizada por la princesa Diana en su boda con el actual rey Carlos III en 1981, no forma parte de las joyas reales oficiales, sino que pertenece a la familia Spencer. Actualmente, está bajo la custodia de Charles Spencer, noveno conde Spencer y hermano de Diana.
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Un especialista en joyería consultado por el medio explicó que existe una posibilidad real de que Charlotte o Lilibet puedan lucir la pieza algún día. No obstante, aclaró que la línea de sucesión y la exposición pública de Charlotte le otorgan una ventaja significativa sobre su prima.
Desde el fallecimiento de Diana en 1997, la tiara se ha mostrado en público en pocas ocasiones. La última fue en 2018, durante la boda de Celia McCorquodale, sobrina de la princesa.
Expertos señalan que la elección de Charlotte como heredera de la tiara resulta simbólica. Su papel dentro de la familia real refleja el legado de su abuela en actos públicos, lo que hace más probable que sea la futura portadora de esta joya durante una ceremonia importante, como un matrimonio.
En cambio, Lilibet, criada fuera del entorno tradicional de la realeza y con una conexión institucional más distante, tendría menos posibilidades de heredar la joya. Esta diferencia de trato podría generar nuevas tensiones entre los duques de Sussex y el resto de la familia real.
El origen de la tiara se remonta al siglo XVIII. Según explicó el experto, la joya perteneció originalmente a John Spencer, padre de Diana, y ha sido transmitida por varias generaciones. La abuela de Diana, Cynthia Spencer, la recibió en 1919.
La pieza presenta tulipanes, estrellas y volutas con diamantes incrustados. Fue elaborada a partir de elementos antiguos de otras joyas, lo que le da un diseño único y un alto valor histórico.
A pesar de que tanto Kate como Meghan han rendido homenaje a Diana en sus atuendos, ninguna utilizó la tiara Spencer. Ahora, el acceso a esta joya podría marcar un nuevo punto de referencia en la visibilidad y el rol público de las hijas de los príncipes William y Harry.