FORT MEADE, Maryland — Restricciones basadas en religión al uso de mujeres guardias en Guantánamo violan la política de neutralidad sexual de las fuerzas armadas y debilitan la seguridad de esa prisión estadounidense, dijo un fiscal del gobierno el jueves en caso donde presos musulmanes dicen que es un pecado ser tocados por mujeres soldado.

Un abogado del detenido Abd al-Hadi al-Iraqi replicó que las restricciones impuestas por una orden temporal en noviembre deben ser implementadas y ampliadas, sin riesgos para la seguridad o la trayectoria de los militares, para proteger los derechos religiosos de su defendido.

El juez militar, J. Kirk Waits, no dio indicios de cuándo va a emitir un fallo. 

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Waits decretó un receso de la audiencia en la Base Naval estadounidense en Cuba luego que los abogados de ambas partes pronunciaron sus alegatos finales.

The Associated Press cubrió la audiencia de cuatro días por medio de una transmisión de video en la base de Fort Meade, cerca de Baltimore.

Waits emitió una orden en noviembre en la que prohibió que las mujeres guardias realizaran tareas que requirieran tocar a Hadi —colocar o retirar esposas, por ejemplo— mientras lo escoltaban a reuniones con su abogado y audiencias judiciales.

Un fallo similar de otro juez militar este mes se refiere a los cinco acusados de los ataques del 11 de septiembre del 2001. Todos están en el Campo 7, un alojamiento secreto para unos 15 hombres considerados por el Pentágono como "detenidos de alto valor".

Algunas mujeres militares han presentado quejas de discriminación sexual ante las fuerzas armadas por ese asunto.

Las guardias mujeres fueron incorporadas a los equipos de escolta en octubre, de acuerdo con una expansión en el 2013 de los puestos militares sexualmente neutros, dicen fiscales. Abogados defensores dicen que permitir que las mujeres toquen a los prisioneros molesta a sus defendidos, interfiere con las reuniones abogado-cliente y equivale a un castigo ilícito antes del juicio.

Los hombres dicen que su religión prohíbe contacto físico entre hombres y mujeres que no estén casados ni sean familiares cercanos.