Las autoridades de Kazajistán, el mayor país de Asia Central, luchan estos días con las secuelas de las peores inundaciones de los últimos 30 años, que castigan esta república desde hace semanas.

“Las inundaciones de este año superarán en magnitud las de 2012 y 2017, consideradas las mayores en 30 años”, afirmó el líder kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev durante una reunión de emergencia.

Agregó que todos los funcionarios deben tener una “responsabilidad directa” en la prevención de las inundaciones, antes de subrayar que en estos momentos su trabajo se puede calificar de “negativo” y “poco profesional”.

Según el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Kazajistán, con el inicio de la primavera y el deshielo activo, casi todo el territorio de la república se vio afectado por inundaciones.

En algunas zonas, a juzgar por vídeos de testigos, la situación es “crítica”. El número de los evacuados por el desastre natural supera las 13,000 personas, de las cuales unas 5,000 son menores.

Más de 1,500 viviendas continúan anegadas por el agua y decenas de carreteras son intransitables.

En las operaciones de rescate de los kazajos de las zonas más afectadas por el desastre natural participan unos siete mil efectivos del Ministerio de Emergencias, unos dos mil vehículos y ocho aviones.

Las autoridades advierten de que el pico de las inundaciones aún no ha sido superado y abogan por reforzar la cooperación internacional en el ámbito de la lucha contra el desastre.

El presidente kazajo, además, llamó hoy a formar más especialistas en recursos hídricos para reducir la vulnerabilidad del país estepario ante las inundaciones.