El escalador polaco Andrzej Bargiel se convirtió en la primera persona en lograr un descenso en esquís desde la cima del Monte Everest sin utilizar oxígeno adicional, informó su equipo el jueves.

La montaña, con 29,032 pies (8,849 metros) de altura, fue el escenario de esta marca inédita.

Bargiel alcanzó la cumbre el lunes y desde allí inició su descenso. En un video difundido en su cuenta de Instagram, declaró: “Estoy en la cima de la montaña más alta del mundo y voy a bajar esquiando”.

Aunque existen antecedentes de descensos parciales con esquís en el Everest, hasta ahora nadie había completado la ruta de forma continua y sin ayuda de oxígeno suplementario.

Relacionadas

Un descenso histórico bajo condiciones extremas

La expedición estuvo organizada por Seven Summit Treks. Chhang Dawa Sherpa, integrante de la compañía, relató que Bargiel llegó esquiando hasta el Campamento 2, donde pasó la noche, y al día siguiente continuó hasta el campamento base.

“Fue un desafío realmente difícil y nadie lo había hecho antes, solo y sin oxígeno adicional”, señaló a la AFP.

El trayecto no estuvo exento de riesgos. Una tormenta de nieve forzó al montañista a permanecer 16 horas por encima de los 8,000 metros, en la llamada “zona de la muerte”, un sector donde la falta de oxígeno eleva considerablemente el peligro de sufrir mal de altura.

Al regresar al campamento base, Bargiel fue recibido con un khada, bufanda tradicional budista. El reconocimiento a su proeza también llegó desde Polonia.

El primer ministro, Donald Tusk, escribió en la red social X: “¿El cielo es el límite? ¡Para los polacos no! Andrzej Bargiel acaba de descender el Everest esquiando”.

El equipo del escalador resaltó en un comunicado que “hizo historia” y describió el logro como una “hazaña revolucionaria en el mundo del esquí de montaña”.

Un objetivo perseguido durante años

La conquista del Everest fue un reto que Bargiel persiguió desde hace tiempo. En 2018 alcanzó notoriedad internacional al ser la primera persona en descender en esquís desde el monte K2, en Pakistán.

Posteriormente intentó replicar la experiencia en el Everest en dos ocasiones. En 2019 debió retirarse por una gran formación de hielo que bloqueó la ruta, mientras que en 2022 las intensas ráfagas de viento lo obligaron a cancelar nuevamente la expedición.