La historia de una mamá que murió protegiendo a su bebé de un incendio
Los bomberos lograron sacar también dos perros que estaban en la residencia.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Sandra Liliana Díaz dio todo por su pequeño Dylan. La joven vivía en una casa de dos pisos en la calle 8 entre carreras 8 y 9, en Caicedonia, Colombia. Este es un municipio de no más de 50,000 habitantes, ubicado en el nororiente del Valle del Cauca.
Pero en la madrugada del pasado 8 de octubre, un incendio despertó a la madre y a su hijo, de tan solo 5 años. Las llamas los acorralaron.
Las autoridades señalaron que la joven madre, de no más de 30 años, trató de poner a salvo a su bebé, pero la conflagración, que se inició en el primer piso de la vivienda, seguía avanzando a esa hora, las 3:00 a. m. del funesto domingo.
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Los vecinos entraron en pánico y observaban impotentes cómo la casa donde Sandra y su niño vivían era consumida por el fuego. Ellos llamaron a la Policía y a los bomberos de Caicedonia que al llegar a la vivienda ingresaron buscando a la madre y al pequeño.
Ella lo había estado protegiendo del devastador incendio a su paso. Los uniformados lograron sacar con vida al niño y también dos perros que estaban en esta casa.
Mientras tanto, afuera, miembros del organismo de socorro luchaban contra las brasas con dos máquinas extintoras.
Sin embargo, Sandra quedó en muy mal estado, pese a que los bomberos y los policías trataban de reanimarla, además de personal paramédico que llegó al lugar. La madre murió en esa misma madrugada por causa de quemaduras y por el mismo humo que inundó el predio.
El pequeño Dylan fue llevado a un centro asistencial, pero estaba muy mal y fue remitido de urgencias a un hospital en Armenia, en Quindío, región del Eje Cafetero que está más cercana a Caicedonia.
El pequeño estuvo en la unidad de quemados con graves lesiones y tenía comprometidas sus vías respiratorias. La familia, amigos, allegados y ciudadanos de Caicedonia se estremecieron por lo ocurrido y empezaron a brindar ayudas y elevar plegarias por el bebé Dylan.
Sin embargo, el niño murió por la gravedad de las quemaduras hasta que entró en un paro cardio respiratorio. No hubo manera de reanimarlo.