Santa Juana, Chile. La imprudencia humana, sumada a una pésima gestión de los bosques, las altas temperaturas, el viento y los escasos medios humanos y técnicos se han combinado en el centro de Chile, donde han muerto ya 22 personas y casi 200 familias se han quedado sin hogar en los peores incendios forestales en décadas.

En los alrededores de la pequeña localidad de Santa Juana, próxima a la ciudad de Concepción, y zona cero de la tragedia, a unos 700 kilómetros al sur de la capital, la tristeza del paisaje calcinado y aún humeante se combinaba esta mañana con el rostro cansado de voluntarios y brigadistas con la congoja de aquellos que en un suspiro han perdido el esfuerzo de toda una vida.

“No puedo hablar, esto es demasiado terrible. Lo he perdido todo, todo”, dijo a Efe frente a uno de los albergues una de las afectadas.

Según los últimos datos, se han quemado ya más de 45,000 hectáreas en las regiones de Biobio, Los Lagos, La Araucanía y Ñuble, un área de bosques profundos y grandes latifundios considerada el granero de Chile.

Y es escenario, además, de un conflicto ancestral entre pueblos originarios, latifundistas y grandes empresas forestales dedicadas a la explotación intensiva de bosques milenarios a las que el estado vendió grandes extensiones de territorio.

Uno de los más graves se produjo por una chispa de un soldador que ya ha sido detenido por la Policía.

Expertos consultados por Efe apuntan a esta explotación forestal intensiva, combinada con una repoblación desacertada -con especies ajenas, como el eucalipto y el pino, preferido por las madereras- y una mala gestión de los bosques, que no fueron suficientemente saneados, como las causas de la tragedia.

Condiciones favorables

La fórmula 30-30-30 -es decir, 30 grados de temperatura, 30 kilómetros por hora de viento y una humedad menor al 30% favoreció- que el fuego se haya propagado rápidamente, como ya ocurrió en las mismas zonas en 2017.

Pero, más allá de condiciones climáticas desfavorables, desde hace años los expertos advierten que la tala de la vegetación originaria y la reforestación con pino radiata y eucalipto, de un crecimiento más rápido y pirófitas -amantes del fuego- ha multiplicado los factores de riesgo.

“La especie en sí no es más combustible que otras. El problema no es su presencia sino donde está presente y en que densidad”, señaló a Efe Miguel Castillo, experto en incendios del departamento de Gestión Forestal y Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Forestales en la Universidad de Chile.

“Ciertamente es un problema, pero compartido con otros factores como la gestión espacial y silvícola”, agregó.

Según Castillo, son cuatro los factores que han disparado la tragedia: “la humedad de la vegetación, la pendiente, el viento y el modelo de combustible, superando la capacidad de respuesta”.

Escasa capacidad de respuesta

“Una cosa es atender los incendios cuando estos se inician, y lo otro es tratar de contenerlos cuando se han desarrollado y la expansión es muy violenta cuando tienes estos factores meteorológicos y topográficos”, subrayó.

“Uno de los problemas ahora es la multiocurriencia, contener varios incendios graves al mismo tiempo y de rápida expansión, porque superan la capacidad física. Y la accesibilidad, porque hay muchos incendios en zonas de difícil acceso que necesitan de ataque aéreo. Pero, es una labor mucho más cara, la hora de vuelo es mucho más cara en comparación con los costos operacionales por tierra”, señaló.

Entre los fallecidos hasta la fecha hay dos bomberos voluntarios, que como en el resto del país no son profesionales, y los dos tripulantes de un helicóptero, entre ellos el piloto, un ciudadano boliviano con gran experiencia.

Dos meses atrás, otro piloto, de nacionalidad española y gran experiencia, perdió igualmente la vida durante otra extinción.

Ayuda internacional

En este contexto, el presidente de la República, Gabriel Boric, que ha interrumpido sus vacaciones ante la gravedad de la situación, ha solicitado ayuda internacional para frenar una tragedia que ha causado miles de evacuados y damnificados, y pérdidas millonarias.

Argentina ha enviado 64 brigadistas, un helicóptero y otros elementos a Chile para ayudar a combatir los incendios forestales en ese país, informaron este sábado fuentes oficiales.

Fotografía de las afectaciones de los incendios en las regiones de Biobío y Ñuble, en Chile, el 3 de enero de 2023. (EFE/ Javier Conce)
Fotografía de las afectaciones de los incendios en las regiones de Biobío y Ñuble, en Chile, el 3 de enero de 2023. (EFE/ Javier Conce) (Javier Conce Javier Conce)

“Acabo de conversar con el presidente (Alberto) Fernández para coordinar y agradecer el apoyo de la República Argentina en el combate a los incendios. Además de brigadistas, recibiremos maquinarias”, indicó Boric en su cuenta de Twitter.

“Estamos gestionando apoyo de distintos países para enfrentar emergencia. ¡No los dejaremos solos!”, añadió el mandatario, que el viernes suspendió sus vacaciones en la Patagonia chilena para visitar las zonas afectadas por el fuego y coordinar la respuesta a la emergencia desde Santiago.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina dijo en un comunicado que el Gobierno de Alberto Fernández tomó esta decisión tras el pedido formal de ayuda realizado por el Gobierno chileno, que ha declarado el estado de catástrofe en la región centro-sur del país, con 191 focos de incendio.

Además, precisó que ha enviado a Chile 64 combatientes de incendios forestales, 15 camionetas 4x4 con equipamiento forestal y kits de ataque de incendios, un camión autobomba forestal 4x4 y un helicóptero Boeing CH-47 “Chinook”, con capacidad para transportar 100.000 litros de agua.

“Gracias al trabajo en conjunto de las Brigadas Nacionales Centro y Sur del Servicio Nacional de Servicio Nacional de Manejo del Fuego, los recursos enviados ayudarán a controlar los más de 45 focos que están fuera de control y que arrasaron más de 40,000 hectáreas”, destacó el Ministerio de Ambiente argentino.

Por su parte, el Gobierno ecuatoriano se solidarizó este sábado con Chile y ofreció apoyo ante los incendios forestales que sacuden el centro de ese país suramericano.

“Nuestra solidaridad con Chile, por las víctimas mortales y el daño provocado por los incendios en el centro y sur del país”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en su cuenta de Twitter.

Por ese mismo medio, apuntó: “Ecuador está presto a colaborar con nuestro contingente en el manejo de catástrofes naturales”.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, explicó horas antes en rueda de prensa que también se pidió ayuda a países como México, Brasil y España para hacer frente a los incendios más graves ocurridos en Chile desde 2017.

El Gobierno chileno decretó el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, que permite entregar ayudas a los afectados de forma más expedita y movilizar recursos, entre otras medidas.

Según el más reciente reporte del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) del Ministerio del Interior, actualmente hay 251 incendios activos en todo el país, de los cuales 80 están en combate.