Nueva Delhi. La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) lanzó con éxito este viernes su ambiciosa misión para explorar el polo sur de la Luna, Chandrayaan-3, una sonda que se espera que aterrice en el satélite entre el 23 y el 24 de agosto, tras el fallido alunizaje de hace cuatro años.

El lanzamiento Chandrayaan-3 con el cohete Launch Vehicle Mark-III (LVM3) tuvo lugar a las 2:35 p.m. (9:05 a.m., hora GMT) del viernes desde el centro de Sriharikota en el estado suroriental de Andhra Pradesh, como estaba previsto, según mostró en directo durante la cuenta atrás la ISRO.

“Chandrayaan-3 ha comenzado su viaje hacia la Luna. Nuestro LVM3 ha puesto ya la sonda Chandrayaan-3 en su órbita precisa en la Tierra”, dijo un sonriente jefe del ISRO, Sreedhara Panicker Somanath, desde el centro de control.

El director de la misión, P. Veeramuthuvel, señaló que “todos los parámetros son normales, incluyendo los generadores de energía y el módulo de propulsión. Nuestro viaje hacia la Luna para el alunizaje más esperado ha comenzado, y seguiremos de cerca la evolución de la nave”.

El cohete órbita la Tierra desde donde iniciará un trayecto de 384,400 kilómetros hasta la Luna, donde entrará en órbita antes de efectuar la maniobra de aterrizaje en torno al 23 de agosto, explicó ayer el jefe del ISRO, Sreedhara Panicker Somanath.

La masa de la misión es de 3,900 kilogramos, y tendrá capacidad para operar durante un día lunar, equivalente a catorce días en la Tierra.

El objetivo de la organización espacial india es alcanzar el inexplorado polo sur de la Luna, haciendo aterrizar una sonda en la superficie con la que realizar experimentos científicos y recabar datos sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua.

Si la India cumple su objetivo y la sonda consigue aterrizar intacta en la accidentada superficie del polo sur lunar, se convertirá en el cuarto país en obtener el éxito en una misión de este tipo, una hazaña lograda hasta ahora solo por Rusia, Estados Unidos y China.

Todas las misiones anteriores, sin embargo, se han centrado en las regiones meridionales del satélite y el Chandrayaan-3 sería el primero en posarse en el polo sur.

Se trata de la tercera misión de exploración lunar de la India, después de que la nación asiática lanzase su primera misión espacial a la Luna en 2008, Chandrayaan-1. Consistente en un orbitador que dio más de 3,400 vueltas al satélite sin aterrizar entre noviembre de 2008 y agosto de 2009.

La sonda descubrió evidencia directa de agua en la Luna, y un análisis de las mediciones tomadas por el Chandrayaan-1 con un instrumento de medición de la NASA confirmó en 2018 múltiples reservas de hielo en las permanentemente zonas a la sombra del satélite, según la agencia estadounidense.

El ISRO ya intentó en 2019 hacer aterrizar una sonda en el polo sur de la Luna con su segunda misión, el Chandrayaan-2, pero la misión fracasó al estrellarse debido a problemas técnicos en la reducción de la velocidad al aterrizar.

Para mejorar a su predecesora, la nueva sonda ha reforzado las patas del módulo de alunizaje, y ha mejorado el software para tener más tolerancia a posibles errores técnicos como el que pudo ocasionar el fallido alunizaje en 2019.

Los logros del programa espacial indio se acentúan si se tiene en cuenta que el Departamento del Espacio de la India (DoS), responsable del ISRO, cuenta con un presupuesto este año de unos 1.500 millones de dólares frente a los 26,000 millones de la NASA, unos recursos limitados que no han impedido que la organización india se haya ganado a pulso una reputación favorable.

Un diseño basado en el error

“En lugar de un diseño basado en el éxito, ISRO optó esta vez por un diseño basado en fallas. ¿Qué es todo lo que puede fallar y cómo podemos protegerlo?”, afirmó a los medios el presidente de la agencia espacial, S. Somanath, a principios de esta semana, durante el Congreso del Espacio de la India.

Chandrayaan-2 fue lanzada al espacio el 22 de julio de 2019, pero el equipo de expertos perdió todo contacto con ella durante la maniobra de alunizaje el 6 de septiembre de ese año, propiciando que la sonda espacial se estrellase contra la Luna y tan solo el orbitador, que había sido desplegado anteriormente, siguiera en funcionamiento.

Esta vez, y gracias a la información proporcionada por dicho orbitador, el equipo ha identificado una zona más extensa del polo sur de la Luna sobre el que poder aterrizar, al mismo tiempo que ha reforzado las patas de la sonda para que soporte mayores velocidades al impactar contra el suelo lunar.

También se ha cargado más combustible en el cohete Vikram que impulsará la sonda para tener mayor margen de maniobra, se han agregado paneles solares adicionales para garantizar que la sonda genere energía sin importar cómo aterrice y se han corregido fallos de software, agregó Somanath en las últimas semanas.

Un coste de $75 millones

A pesar de estas adaptaciones, el precio de la misión, estimado en unos $75 millones (unos 66.8 millones de euros al cambio actual), es menor que el de Chandrayaan-2, que superó los $100 millones (89.12 millones de euros), ya que a diferencia de esta no cuenta con un orbitador.

No obstante, su peso es de 3,900 kilos, sumando los 2,148 kilos del módulo de propulsión, uno de los más pesados de la agencia espacial india, y del módulo de aterrizaje y el explorador que planea posar en la Luna, que pesan 1,752 kilos en conjunto.

Aunque cuenta con una fracción del presupuesto de otros programas espaciales como la NASA (con unos $25,300 millones el último año fiscal frente a los $1,500 millones de la agencia espacial india), el ISRO ha enviado misiones a la Luna y Marte y se ha labrado una reputación gracias a sus económicos lanzamientos de decenas de satélites.

Un viaje de 40 días

Superado el lanzamiento de la misión al espacio, esta prevé alcanzar el polo sur de la Luna entre el 23 y el 24 de agosto, informó Somanath.

La misión de posar un módulo de aterrizaje y un explorador dentro de 40 días sobre el polo sur de la Luna, región hasta ahora inexplorada, es un hito que uniría a la India al exclusivo club de países que han logrado tocar el satélite de la Tierra: hasta ahora solo Estados Unidos, Rusia y China lo han logrado.

En caso de completar con éxito el alunizaje, el módulo de aterrizaje y el explorador realizarán experimentos científicos y recabará datos durante aproximadamente un día lunar (equivalente a catorce días terrestres) que permanecerá en funcionamiento, según ISRO.

Chandrayaan-3 es la tercera misión de exploración lunar de la India, después de la pionera, Chandrayaan-1, que solo constaba de un orbitador que dio más de 3,400 vueltas al satélite sin aterrizar entre noviembre de 2008 y agosto de 2009, y de Chandrayaan-2.