León XIV denuncia que el cine está en “peligro” y urge a proteger su “valor social”
Invitó a “explorar las opciones que la creatividad artística ofrece a la Iglesia para promover los valores humanos”.

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Ciudad del Vaticano. El papa León XIV denunció este sábado “la preocupante erosión” de las salas de cine y urgió a las instituciones a defender su “valor social”, durante una audiencia en el Vaticano con estrellas como Cate Blanchett, Viggo Mortensen o Spike Lee.
“Las salas de cine están sufriendo una preocupante erosión que las está arrebatando en ciudades y barrios. Y no son pocos los que dicen que el arte del cine y la experiencia cinematográfica están en peligro. Invito a las instituciones a no resignarse y a cooperar para afirmar el valor social y cultural de esta actividad”, dijo el pontífice, suscitando el aplauso de los asistentes.
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León XIV ha invitado al Vaticano a numerosos actores, actrices o cineastas de Hollywood y otras industrias para “explorar las opciones que la creatividad artística ofrece a la Iglesia para promover los valores humanos”, según el Dicasterio para la Cultura.
En primera fila, sentados en la monumental Sala Clementina del Palacio Apostólico, escucharon sus palabras Cate Blanchett, Spike Lee, Viggo Mortensen y Monica Bellucci.
Al evento también estaban invitados cineastas como el español Albert Serra, Marco Bellocchio, Emir Kusturica, George Miller, Gaspar Noé, Gus van Sant o la argentina Laura Citarella.
El papa estadounidense definió el cine como “un arte popular en el sentido más noble, que nace para todos y habla a todos”.
“Es hermoso reconocer que, cuando la linterna mágica del cine se enciende en la oscuridad, se enciende simultáneamente la mirada del alma, porque el cine sabe asociar lo que parece ser solo entretenimiento con la narración de la aventura espiritual del ser humano”, dijo.
“Habitemos los espacios culturales”
En su defensa del séptimo arte, del que es un reconocido apasionado, León XIV afirmó que “las estructuras culturales, como los cines y los teatros, son corazones palpitantes de nuestros territorios, porque contribuyen a su humanización”.
“Si una ciudad está viva es también gracias a sus espacios culturales: debemos habitarlos, construir relaciones en ellos, día tras día”, alertó.
Porque, subrayó, “nuestra época necesita testigos de esperanza, de belleza, de verdad” y los actores, actrices o cineastas pueden ayudar a ello, recuperando “la autenticidad de la imagen para salvaguardar y promover la dignidad humana”.
“No tengan miedo de confrontar las heridas del mundo. La violencia, la pobreza, el exilio, la soledad, las adicciones, las guerras olvidadas son heridas que piden ser vistas y contadas. El gran cine no explota el dolor: lo acompaña, lo indaga. Esto es lo que han hecho todos los grandes directores”, sostuvo.
La importancia del séptimo arte, indicó, no depende de “la lógica del algoritmo” que, ilustró, “tiende a repetir aquello que funciona”
“No todo debe ser inmediato o previsible: defiendan la lentitud cuando es necesaria, el silencio cuando habla, la diferencia cuando provoca. La belleza no es solo evasión, sino sobre todo invocación”; animó a los artistas que le escuchaban.
Asimismo, el papa recordó que hace exactamente 130 años, el 28 de diciembre de 1895, París acogió la primera proyección cinematográfica pública con los hermanos Lumière.
Serra difiere
Luego, Serra saludó al papa León XIV en una audiencia con el mundo del cine en el Vaticano y le habló de su última película sobre el torero peruano Roca Rey, dada la vida pasada del pontífice en el país andino.
“Ha estado muy bien, perfecto. Había mucha gente y no he podido alargarme, pero le he dicho que mi última película es sobre una estrella de Perú”, refirió a su salida de la audiencia en uno de los pasillos del Palacio Apostólico.
Serra, que saludó brevemente al pontífice al término del encuentro, se refería a su película “Tardes de Soledad” (2024), documental que sigue la rutina del torero peruano Andrés Roca Rey y con la que ganó la Concha de Oro del 72º Festival de San Sebastián.
Serra escuchó sus palabras y, aunque consideró su mensaje “muy bueno”, afirmó que él no cree que el cine esté en peligro.
“Esa parte es la que menos me ha interesado, aunque la gente ha aplaudido. Creo que el cine no está en peligro, al contrario, lo veo más saludable que nunca. Yo creo que es la alternativa a toda la cosa audiovisual (lo) que hace infeliz a la gente”, sostuvo.
Y agregó: “El cine a veces te tortura un poco, a nivel de contenido, pero al final da felicidad”.
El realizador de otras cintas como ‘La muerte de Luis XIV’ (2026) apreció “el ambiente misterioso” que se respira en el Vaticano, tras asistir a la audiencia en la monumental Sala Clementina, pero ve “difícil” rodar una cinta sobre la figura del papa.
“Es difícil porque no te dejan rodar aquí... y si no es con esto, no tiene demasiado sentido. Las cosas tienen que llegar espontáneamente”, confesó en un pasillo del Palacio Apostólico, en el que se exponen miles de antiquísimas lápidas funerarias.

