León XIV recibió este domingo el palio y el Anillo del Pescador, símbolos del poder pontificio, durante la misa de inicio de magisterio en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante autoridades y miles de fieles.

El nuevo pontífice se mostró visiblemente emocionado en el momento en que el cardenal filipino Luis Antonio Tagle le impuso el anillo en la mano.

La ceremonia de inicio de pontificado de León XIV comenzó este domingo con el papa que descendió a rezar ante la tumba de San Pedro en el interior de la basílica vaticana.

El papa llegó en procesión con la cruz pastoral y bajó a la tumba acompañado de los patriarcas de las iglesias católicas de rito oriental y, tras incensar el lugar donde la tradición indica está enterrado San Pedro, se le colocó la tiara y permaneció allí algunos minutos en oración.

Antes León XIV había recorrido la plaza de San Pedro en papamóvil durante una media hora para saludar a los fieles antes de regresar a la basílica, que le recibieron con entusiasmo al grito de ‘Leone, Leone’.

En la tumba de San Pedro se encontraban los relicarios con el palio y el anillo del pescador, con el interior la inscripción León XIV y que le entregarán durante la ceremonia.

Después, en procesión se encaminó hacia la plaza de san Pedro a la que accederá bajo un gran tapiz, colgado del balcón central de la basílica de San Pedro, que representa la pesca milagrosa y en el que aparece Jesús dialogando con Pedro.

Mientras, se cantan las “Laudes Regiae”, letanías en honor de Cristo, en las que se resalta en nombre de los papas santos.

En la ceremonia se le colocará el palio y se le entregará el anillo del Pescador y después comenzará la misa ante más de 150 delegaciones internacionales y unos 200,000 fieles.

El palio se lo colocará el cardenal protodiácono, Dominique Manberti, el mismo que anunció al mundo que la Iglesia tenía nuevo papa el pasado 8 de mayo, y el anillo del Pescador se lo entregará el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.

Reyes estuvieron presentes

Los reyes de España llegaron a las 9:45 horas locales de la mañana al Vaticano para asistir, en un lugar destacado de la Plaza de San Pedro, a la misa con la que se inicia oficialmente el Pontificado de León XIV.

Felipe VI y doña Letizia accedieron a la Plaza de San Pedro desde la basílica vaticana.

El rey viste de uniforme de gran etiqueta y la reina Letizia de blanco y con mantilla del mismo color, en virtud de un privilegio vaticano del que disfrutan las reinas católicas, frente al negro que deben portar la mayoría de las invitadas, y cubre su cabeza con una mantilla del mismo color.

A su llegada, los reyes han saludado a otros representantes de las delegaciones internacionales, entre ellos el presidente ucraniano, Vlodomir Zelenski, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, y a la reina Máxima de Holanda.

Felipe VI y doña Letizia están situados junto a las delegaciones de Emiratos Árabes y los grandes duques de Luxemburgo. El orden protocolario establecido en esta ocasión para la colocación de las delegaciones ha sido: Andorra, Bélgica, Emiratos Árabes, España, Lienchestein, Luxemburgo, Mónaco, Orden de Malta y Países Bajos.