Kiev. Los servicios secretos ucranianos advirtieron hoy que las fuerzas rusas están reduciendo su presencia en la central nuclear ocupada de Zaporiyia e insinuaron que podría tratarse de una señal de que se aproxima la provocación que han vaticinado.

“Según las últimas informaciones, el contingente de ocupación está abandonando gradualmente el terreno de la planta nuclear de Zaporiyia”, afirmó la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa en su canal de Telegram.

“Tres empleados de (la agencia nuclear rusa) Rosatom, que gestionaban la actividad de los rusos, fueron los primeros en dejar la central”, continuó el mensaje.

Además, los empleados ucranianos que han firmado contratos con Rosatom han recibido instrucciones para abandonar las instalaciones antes del próximo 5 de julio y se les ha recomendado que se desplacen a Crimea, según los servicios secretos ucranianos.

Estos advirtieron, también, que la frecuencia de las patrullas militares en el terreno de la central y en la cercana ciudad de Energodar se está viendo reducida de forma progresiva.

Por último, indicaron que el personal que permanece en la central ha recibido instrucciones de “echar la culpa a Ucrania” en caso de que se produzca alguna emergencia.

El pasado 22 de junio, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, afirmó que Rusia planea un ataque -a modo de provocación- contra la central nuclear, la mayor de Europa y bajo control de Moscú desde marzo de 2022.

Este jueves se pusieron en marcha en tres regiones ucranianas cercanas a la planta ejercicios de simulación de la reacción a un escape de radiación, en los que participaron unas 8,000 personas entre autoridades locales, fuerzas del orden, voluntarios y médicos, entre otros. Más de 350 vehículos especiales y 400 autobuses para evacuar a la población han sido movilizados para las maniobras.

“Estamos trabajando en todos los escenarios posibles, por ejemplo, que la nube radiactiva vaya más allá, hasta cualquier región de nuestro país”, declaró el ministro del Interior, Igor Klimenko.

Los ejercicios tienen lugar en las provincias de Zaporiyia, Dnipropetrovsk y Jersón e incluyen mediciones de radiactividad de vehículos y medidas de evacuación de la población.

La presidencia, la inteligencia militar y el Gobierno ucranianos han advertido de que Rusia estaría preparando un “acto terrorista” en la central de Zaporiyia que consistiría en provocar un escape de radiación. Kiev asegura que Rusia ha sembrado de minas los reactores.