Bangkok. Las autoridades de Malasia impusieron este miércoles nuevas restricciones a las actividades sociales y de viaje en todo el país hasta el próximo 7 de junio ante una nueva ola de la covid-19.

Las restricciones, anunciadas esta semana en un comunicado del primer ministro, Muhyiddin Yassin, responden al aumento de los casos y la detección de la variante india del coronavirus ha provocado una gran presión en el sistema sanitario.

El país, uno de los más afectados por la pandemia en el Sudeste Asiático, suma más de 444,000 contagios y 1,700 muertes desde el inicio de la pandemia.

Las medidas no afectan a la mayoría de las empresas, pero los restaurantes no podrán acoger clientes y se prohíben actos sociales multitudinarios, al tiempo que tampoco se permiten los viajes entre distritos y estados, salvo por motivos de trabajo o salud.

Las restricciones han sido aprobadas en vísperas de la celebración hoy y mañana del Hari Raya Aidilfitri, cuando los musulmanes vuelven a sus casas en el final del ayuno del Ramadán.

Se trata de la tercera vez que el país impone restricciones debido a la covid-19, aunque menos severas que las aprobadas en marco del año pasado y los pasados meses de enero y febrero.

La pandemia ha afectado especialmente a los inmigrantes, incluidos los que trabajaban en las fábricas del mayor fabricante de guantes de látex del mundo, Top Glove, que el pasado noviembre tuvo que cerrar 28 plantas en Malasia debido a un brote.

Las autoridades malasias comenzaron pronto a negociar la adquisición de vacunas contra la covid-19 y han acordado recibir hasta 32 millones de dosis de la fabricada conjuntamente por las farmacéuticas Pfizer (EEUU) y BioNtech (Alemania).

Además, la empresa farmacéutica malasia Pharmaniaga llegó a un acuerdo con la china Sinovac para recibir y distribuir 14 millones de vacunas.

El objetivo del Gobierno es vacunar al 80 por ciento de sus 32 millones de habitantes para febrero del 2022.

Sin embargo, el ritmo de la campaña va más lento de lo provisto por los problemas de abastecimiento y hasta ahora han inoculado solo a cerca de 1 millón de personas, lo que representa el 3 por ciento de la población total.