Entre gigantescas banderas arcoíris, más de 170.000 personas participaron hoy en el Desfile del Orgullo LGTBQ+ en Tel Aviv, una fiesta que se celebra por primera vez desde que se reabrieron las fronteras de Israel tras la pandemia de covid-19.

“Después de unos años difíciles, me siento aún más feliz y orgulloso de dar por fin la bienvenida a los turistas al Desfile del Orgullo”, dijo el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, en su discurso de apertura.

La alcaldía de la ciudad califica la marcha como “el mayor evento de este tipo en Oriente Medio”, ya que suelen asistir personas de otros países de la región.

“Con más de 170,000 habitantes, turistas, personas influyentes y otras personas de todo el mundo marchando, cantando y celebrando por las calles de Tel Aviv, la ciudad ondeó sus banderas del arcoíris para que el mundo las viera”, informó la municipalidad.

En un ambiente festivo y bajo un inclemente sol, varias carrozas alegóricas desfilaron por las abarrotadas calles de Tel Aviv, pasando entre una muchedumbre que sostenía pancartas en defensa de los derechos de la diversidad sexual.

“La comunidad LGBTQ+ sigue enfrentándose a obstáculos, pero hemos conseguido muchos logros importantes aquí en Israel. La terapia de conversión se prohibió por completo, los hombres homosexuales pueden ahora donar sangre y se ha legalizado la gestación subrogada para parejas del mismo sexo”, dijo Huldai.

En tanto, la multitud cantaba y bailaba a diferentes ritmos, mientras algunos de los asistentes ondeaban grandes banderas israelíes.

“¡Libertad, libertad de elección y, por supuesto, libertad de elección en el amor: ¡no renunciaremos a ellas bajo ninguna circunstancia!”, exclamó la ministra de Transporte, Merav Michaeli, en la 23ª edición del desfile.

“La igualdad no significa que todos debamos ser iguales. La igualdad significa que podemos ser quienes somos”, añadió Michaeli, quien también es del Partido Laborista.

Numerosas parejas del mismo sexo marchaban tomados de la mano y besándose, mientras otros asistentes presumían de sus coloridos trajes de drag queen.

El año pasado, más de 250,000 personas asistieron al evento, según la municipalidad.